El despertar...


Si ha de ser, será, no lo dudes, hoy, mañana o dentro de diez años, pero si lo llevas dentro de ti querrá salir a la luz. Una imagen, una conversación, un libro, una película, una página web.. Dá lo mismo, cualquier cosa, por futil que sea, puede ser el detonador de un despertar a unos pensamientos que al principio te asustarán, te confundirán, lucharás contra ellos, pero todo será vano...
Lo negarás mil veces, te sentirás sucia, avergonzada.., pero no es nada sucio ni negativo, es algo intrínseco en ti, una parte de tu alma que desconocías, y que te torturará por dentro hasta que encuentres a esa persona complementaria que haga que tus fantasías más oscuras, más obscenas, esas que te aterraban al no conocerte a ti misma, se conviertan en realidad, y te satisfagan, y llegues a planos de sensaciones muy elevados..
Necesitarás ser de esa persona.., como necesitarás el agua y la comida...

Él te proporciona tu otro alimento, ese que hace que te sientas como una diosa en el Jardín Prohibido del éxtasis.. Que cuando te llame su "perra" tu cuerpo tiemble y se estremezca y asientas y digas con un amor infinito e inclasificable "si, mi Amo"... y sus deseos sean un placer mutuo, Él por recibirlos, y tú por dárselos... Y le entregues tu llanto, tu dolor.. Y Él bese tus lágrimas y las seque después con ternura... Y ambos seáis uno, tan importante uno como el otro, ya que sin Amo la sumisa se siente triste y vacía.. y lo mismo el Amo sin su sumisa, su perra fiel, que le adora, que se anticipa a sus deseos..., y que le entrega su cuerpo y su alma...
Un beso especialmente cariñoso a quien me "despertó".

Despertar



Hace un tiempo, no muy largo desperté buscando un agua
desconocida. Mi sed me abrasaba y no podía saciarla.

¿Qué quería? mi alma, mi cuerpo, mi ser,
necesitaba beber algo distinto mi interior quemaba.

Descubrí un mundo nuevo, lo invadí, tenia tanta, tanta sed,
poco a poco a través de sus páginas mi sed se fue calmando,
mi ser ya no quemaba.

Un nuevo amanecer apareció ante mi, esa era yo,
siempre había sido yo, abandone mi letargo.

Al fin desperté y mi sed se calmo, era aún novicia,
todo era extraordinariamente nuevo y un escalofrío me recorrió,
mi ser se estremeció y por fin una sonrisa se dibujo en mi,
.... era sumisa.