Piernas abiertas, corazón cerrado

¡Que fácil es echar un polvo ahora! ¡Y que difícil es que sean dos! O que incluso siendo muchos, la persona con la que follas, acabe entregándote un cachito de su alma, o sea de su historia personal, de aquellas contingencias que sólo ella sabe lo importante que fueron. Nos hemos vuelto avaros, recelosos en la entrega. Tantas facilidades para el folleteo ha acabado convirtiendo el sexo en algo más para “usar y tirar”. Usar y tirar…
En el BDSM se dice que el Amo “usa” a la sumisa, quien, frecuentemente se muestra orgullosa de “haber sido usada” por su Amo. Una poética forma enrevesada y supuestamente transgresora de ocultar la verdad: mucha entrega fingida, buena teatralización para un drama inconcluso: la verdadera entrega del Amor.
En cuanto a tirarse a alguien, ya sabemos lo que significa: una antigua expresión machista, ahora muy común en las mujeres, para indicar “que te acostaste con alguien pero que, a Dios gracias, no pasaste de eso”.
Banalizar el sexo es uno de los más graves pecados que ha cometido nuestra cultura de consumo. Porque lo que se banaliza pierde valor, y, a base de perder valor… acaba perdiendo sentido.
El sexo es Sagrado. Sagrado porque mantuvo viva la especie. Y Sagrado porque además, es la puerta de entrada a lo más genuinamente humano que tenemos: la entrega egoísta a otro ser de la misma especie.
¡Que pena que tantas y tantos tontos y tontas se acojonen tanto ante la posibilidad de sentirse abducidos por alguien, ante el verdadero… sexo sentido! Y que tontas las excusas, siempre adornadas de una racionalidad protectora: Que si no era el momento apropiado, que si no eres la persona apropiada, que si no es la prioridad…. ¡Como si eso pudiese programarse para las horas libres y las vacaciones!
Miedo a lo que no se debe temer… porque lo verdaderamente pavoroso es no saber, no poder o no querer amar a quien te Ama. Ese si es el infierno.
Amar o haber amado a quien no te corresponde… es simplemente una pena, pero te hace mejor, más humano, más vivo, más lúcido. Y además mantiene viva la esperanza: algún día llegará quien se merezca tu vida entera.


Amo Masterdom
de su blog El blog del Amo Masterdom

"Amo y esclavo" Depeche Mode

"Master and Servant" es el décimo primer disco sencillo del grupo inglés de música electrónica Depeche Mode, el segundo desprendido de su álbum "Some Great Reward", lanzado en 7 y en 12 pulgadas en 1983.
"Master and Servant" es un tema compuesto por Martin Gore que provocó escándalo y controversia debido a su letra abiertamente sadomasoquista. Junto con el tema "Blasphemous Rumours" del mismo álbum fueron temas atacados por sectores conservadores. Como lado B apareció el tema "Remotivate Me", también llamado "Set Me Free".
(Fuente: Wikipedia)




Hay un juego nuevo
Al que nos gusta jugar ¿sabes?
Un juego que aporta realidad
Me tratas como a un perro
Me obligas a arrodillarme

Lo llamamos Amo y esclavo
Lo llamamos Amo y esclavo

Es muy parecido a la vida
Este juego entre las sábanas
Contigo arriba y yo debajo
Olvida todo sobre la igualdad

Juguemos al Amo y esclavo
Juguemos al Amo y esclavo

Es muy parecido a la vida
Y ese es su atractivo
Si odias ese sentimiento de descarte
La diversión que te ofrece
Entonces, éste es el indicado

Dominación es el nombre del juego
En la cama o en la vida
Son ambos lo mismo
Excepto en que en uno quedas satisfecho
Al final del día

Juguemos al Amo y esclavo
Juguemos al Amo y esclavo

Juguemos al Amo y esclavo
Vamos! Amo y esclavo


*DEPECHE MODE empieza un nuevo capítulo.
Están "más unidos", más sobrios y son más adultos. El lanzamiento, hoy, del último trabajo del emblemático grupo británico Depeche Mode, "Sounds Of The Universe", marca el inicio de "un nuevo capítulo" en esta formación, según explica en Londres a Efe su cantante, David Gahan.
Depeche Mode, buque insignia de la electrónica y referencia obligatoria durante la era post-punk, acumula once álbumes, infinidad de éxitos y ahora regresa tras tres años de parón con un trabajo -el duodécimo- que supone "el principio o el final de algo".
Sin perder un ápice de su carisma y con una sonrisa tatuada, el solista inglés explica en una entrevista concedida a Efe en un hotel londinense que la grabación de "Sounds Of The Universe" se trató de un proceso "bastante natural" pese al último silencio del icónico trío aunque subraya que fue, al mismo tiempo, una experiencia "distinta" a las anteriores.
Gahan conserva su característico "look" de negro riguroso, cazadora de cuero y gafas de sol pero su imagen de duro contrasta con la actitud comedida que se gasta el que en su día fuera ídolo de quinceañeras.
Autores de conocidos álbumes como Violator (1990), Songs Of Faith And Devotion (1993) o Playing The Angel (2005) ahora, observa, los miembros de la banda -Andy "Fletch" Fletcher, Martin Gore y Gahan- son más maduros y las noches locas, las sesiones interminables de alcohol y el desenfreno de antaño pertenecen al pasado de Depeche Mode.

Acaban de confirmarse 3 conciertos en julio 2009 de la banda inglesa Depeche Mode en España. Como saben el Tour se llamará “Tour of the Universe” y los conciertos de momento serán estos:

*Concierto Depeche Mode en Valladolid
Fecha: 8 de julio de 2009

*Concierto Depeche Mode en Bilbao BBK Live 2009
Fecha: 9 de Julio de 2009

*Concierto Depeche Mode en Sevilla
Fecha: 12 de julio de 2009


Fuente: informador.com.mx
*Fotografía cedida por DS_bilbao

Fantasías de Violación Consensual

La violación es un crimen terrible que no tiene nada que ver con el sexo y sí todo que ver con alguien que usa el sexo como un medio de alcanzar poder personal mediante la subyugación de otra persona. Es un juego de poder de alguien que probablemente siente que no tiene ningún poder personal, así que usa la violación como un medio de sentirse poderoso. Es un acto horrible, devastador para la víctima, sea varón o mujer. Curiosamente, la violación sigue siendo una fantasía común entre las mujeres. No estoy diciendo que las mujeres que piensan o fantasean sobre la violación deseen de verdad experimentar una violación real. En general estas mujeres prefieren ser dominadas, sentirse desvalidas, y de alguna manera este escenario les libera de toda responsabilidad por disfrutar de los actos sexuales a que son “obligadas”. Pero lo desean de un modo seguro. Con alguien que saben que no les hará daño de verdad.
Estas fantasías tienen un papel en el BDSM. Muchos lo consideran uno de los aspectos más oscuros del BDSM. Mucha gente representa estas fantasías de violación consensuada con sus compañeros, y yo me he visto envuelto en discusiones sobre ellas. Un grupo de gente con el que lo he discutido prefirió llamar a estas fantasías “raptos”, porque la palabra “violación” tiene una bien merecida reputación de violencia.

Para algunas personas la representación de una fantasía de violación es una manera de recuperar el propio poder que perdieron a causa de una violación o abuso en el pasado (no es un tratamiento que yo recomendaría, pero sí puedo entenderlo). Para otros el desvalimiento y el “predominio” del varón sobre la mujer en tales escenas es la fuente principal de excitación, mientras que saben siempre que en realidad están a salvo de cualquier daño real. Puede ser una escena muy liberadora. También es algo muy delicado, y nada que deba hacerse sin una cuidadosa planificación y mucha discusión previa. Es un “juego de rol”, como los de profesor / alumna, papi / hija, o jefe / empleada; pero una escena de violación tiene características específicas propias. Por ejemplo, para que parezca real las personas que intervienen deben interpretar sus papeles correctamente, mientras que a la vez vigilan atentamente en busca de signos de que la escena va mal. Para la “víctima”, es fácil que se desencadene un ataque de pánico al emerger algún antiguo abuso reprimido. Si hay episodios de abuso en el pasado de la persona sumisa, es extremadamente importante que se discutan en profundidad antes de intentar siquiera una escena semejante. Intente encontrar cualquier posible “disparador” y evítelos en la escena.
Una fantasía de violación bien hecha puede ser una escena muy intensa para todos los participantes. Incluye efectos psicológicos además de físicos; los participantes deben ser conscientes de estos efectos. Es una buena idea que ambos investiguen algo los efectos psicológicos de la violación; esto puede hacer más fácil al dominante la detección de cualquier posible disparador, o el darse cuenta de que la escena va mal antes de llegar al punto de producir daño real. Recuerden, estas escenas son peligrosas psicológica y emocionalmente, además de físicamente. Creo que nunca deben hacerse sin palabra de seguridad. Es demasiado fácil que se pierda el control y la persona sumisa debe tener una manera de detenerla si surge la necesidad. Si se está discutiendo una escena de violación y el dominante no ofrece una palabra de seguridad, en mi opinión la sumisa debería pedirla. Si no se le da, no debería consentir en la escena. Recuérdese que todas las escenas (excepto el castigo) se hacen por mutuo placer, y para alcanzar el placer los participantes deben sentirse seguros y tan relajados como sea posible. La palabra de seguridad ayuda a conseguir ambas cosas.

Una escena de violación requiere cuidadosa planificación y desarrollo. Creo que no debería hacerse pronto en una relación, porque sencillamente los participantes no se conocen tan bien cuando la relación es aún incipiente. Los cuidados después de la escena son muy importantes. La persona sumisa puede haber entrado en un auténtico estado mental de “víctima” (dominado por el miedo) y tener problemas para reajustarse cuando la escena ha terminado. Es imperativo que la persona dominante haga sentir a la sumisa que está segura, que le quiere y le cuida. Cosas como abrazos, masajes, algunos mimitos u otras acciones calmantes pueden ayudar a la transición del juego de la violación al funcionamiento normal. Después de la escena es también imperativo que los participantes discutan la escena; qué ha ocurrido, qué ha ido mal, qué les ha gustado, qué no les ha gustado y todo lo que salga. Lo más probable es que estas conversaciones se repitan.

Así como la principal diferencia entre violencia doméstica y BDSM es la elección informada de consentir en las actividades, lo mismo se aplica aquí. Una opción informada de consentir en la realización de estas fantasías es lo que evita que sean una violación real. Una víctima de violación no ha tenido elección. Una persona sumisa que participa en una fantasía de violación ha elegido hacerlo.


Autor: Raven Shadowborne © 1998


*El original de este artículo se publicó en el número de febrero-marzo de 2001 de la revista on-line The Crystal Bridge.

El Dios Sumiso

Los dioses son el sueño de los humanos. Les hemos dado atributos de dominante, para que crearan, impusieran, ordenaran, juzgaran, condenaran y castigaran, y todos ellos fueron creados a imagen y semejanza de nosotros mismos, para poder así mejor amarlos, obedecerlos, y al mismo tiempo temer su ira tremebunda, conjurándolos para el perdón, tal como dice una canción de iglesia:
“…No estés eternamente enojado.
No estés eternamente enojado.
Perdónanos, Señor”.

Y así aprendimos a aplacar su ira con ritos, oraciones, sacrificios, cánticos de alabanza y por supuesto donativos. Porque todavía nos resultaba más insoportable que su indecible cólera, pensar que estamos solos y que somos libres.

Ser creadores de todo, les confería características de viejos y de sabios; omniscientes, capaces de leer hasta nuestros pensamientos más ocultos, y eso les daba un poder ilimitado sobre nosotros mismos, más allá de lo sensato, seguro y consensuado de que a veces hablamos por aquí. Pero también por eso, siempre han sabido que sin los humanos no existirían, igual que sin sumisos nunca tendrían sentido los dominantes. A veces pienso que solo los habitantes de este, nuestro pequeño mundo bedesemero, estamos especialmente dotados para entender, con todos sus matices, esta extraña relación entre dioses y humanos, por más que se pretenda que son la expresión de todo el subconsciente colectivo de la raza humana.

En el séptimo día, después de descansar y meditar un rato, los dioses decidieron crear a una casta prodigiosa de ministros, que aunque de carne y hueso, gozaban de algunas prerrogativas sobrehumanas. No así la de leer el pensamiento, que les hubiera dado casi tanto poder como a los propios dioses. Así que para no ser menos, nos impusieron la confesión semanal de nuestras culpas, convirtiéndose en los depositarios de nuestros secretos más oscuros y en los guardianes fieros de nuestra moral.

Pero para ser justos, hay que reconocer que con el devenir de los años los dioses se han ido civilizando mucho. Antiguamente, eran como más brutos, y arrasaban ciudades, aniquilaban ganaderías, originaban pestes, epidemias, sequías, plagas, hambrunas, diluvios… y convertían al contribuyente menos avisado en estatua de sal, o lo puteaban más que al santo Job. Que es como nuestra genética, o nuestro subconsciente colectivo, o los dos juntos, han decidido que todo Amo poderoso que se precie debe tratar y hacer a quién bien quiere. (“Quien bien te quiere te hará llorar”). Nosotros, a pesar de los pesares, los amamos, adoramos, idolatramos y hacemos la pelota, cumpliendo con sus órdenes, a veces tan absurdas, como cubrirnos la cabeza o el cuerpo con un saco con ventanitas de encaje, no comer carne los viernes, raparnos la cabeza dejándonos crecer solo la barba, o las patillas… y otros que duelen más, como la ablación del clítoris, la infibulación de la vagina, o bien la castidad más absoluta, si no es pasando por el aro del sagrado sacramento del matrimonio. También nos suelen imponer el no hacerlo con condón ni anticonceptivos para dotarnos de los hijos que ellos decidan que debemos tener, o para que muramos de SIDA por crápulas y disolutos. Que vaya fijación que siempre han tenido con el sexo todos los dioses de oriente, de frente y de occidente…

Pero para castigos los de antes. Ante aquellos del Antiguo Testamento, los castigos de hoy día parecen casi de broma de Miguel Gila. Así, ya puede haber barrios enteros donde viven mayoritariamente homosexuales o prostitutas, o gente de la condición sexual que se les antoje sin miedo a que les pase aquello de Sodoma y Gomorra.
Hay que reconocer, sin embargo, que no todo son rosas, y a veces en secreto le ordenan a más de un “iluminado” que se ajuste un cinturón de dinamita y vaya a quitar del tabaco a unos vecinos díscolos que creen en otros dioses, si no hubiese motivos suficientes para cargárselos ya por las diferencias del color de piel o las costumbres.

El descubrimiento más trascendental del cristianismo es, a mi juicio, el de un dios sumiso, que es algo así como rizar el rizo negando la mayor. Ir más allá del tan manido “topping from the bottom”.
La figura de Jesús debe probablemente mucho a la del Osiris egipcio, con el que sospechosamente comparte más cosas de las que a algunos les gustaría admitir.
Jesús, es un dios sumiso y no-masoquista, que predica un socialismo muy sui generis y pone la otra mejilla a los cazurros que le acaban de partir ya la primera. Redime por la fuerza del amor, de su condición sádica, aún a sus propios verdugos a través de la entrega al castigo, al dolor y a la muerte, cuando en el tercer día sale victorioso de ella.

Quizá por la concatenación de mi condición de dominante, agnóstico y heterosexual, a mí los dioses dominantes nunca me habían preocupado gran cosa, y los sumisos tampoco, para que nos vamos a engañar.
Pero tan solo el reinventarme una lectura en femenino de la pasión de Jesús, me dio la clave de lo que hasta entonces se me había escapado; la verdadera dimensión y la fuerza arrebatadora de aquella historia que conocía desde niño, pero que ahora podía mirar con ojos nuevos. La de una diosa entregada por su Amo, probablemente aconsejado por ella misma, a los verdugos de Getsemaní, para pasar la prueba de demostrarle de la manera más terrible y más desnuda, su amor y su sumisión.
La tortura, el castigo, la humillación y el dolor nunca la hicieron dudar, y solo después de horas atada a la cruz del Gólgota, con los músculos tensos por el dolor, el cansancio, el frío, y sobre todo la ausencia de su Amo, consiguen hacerla humana; Llevarla al borde mismo de la desesperación: “Amo, ¿Por qué me has abandonado?”. Aunque mordiéndose los labios por haberse rendido ante sus dudas, con las últimas fuerzas consigue sobreponerse al desaliento: “…Pero que se haga tu voluntad y no la mía…” porque “…en tus manos encomiendo todo lo que soy”. Luego, al pié de la cruz, los verdugos que se jugaban a los dados los fetiches de su ropa y sus preciosos zapatos de tacón, verían serenarse sus rasgos deliciosos, transfigurándose de nuevo en una diosa que emprendiera su viaje iniciático a las profundidades del subespacio bajo la luz plateada de la luna llena.
Solo aquella ofrenda inmensa de sí misma, consigue redimir por medio del amor hacia su Amo a todos los actores de su drama: A sus torturadores y aún a él mismo, conjurando a ese diablo sádico que vive a sus anchas dentro de cada uno de nosotros. Luego me desperté, entre el aroma a incienso, azahar y cera de la Semana Santa aquí en el Sur. Abajo, el aullido hiriente, tétrico, tenaz e insoportable de las cornetas tristes de la muerte, que intentaban romper sin conseguirlo la alegría incontenible de la vida y de la primavera y me acordé del panteísta Lorca:
“Voces de muerte sonaron
Cerca del Guadalquivir…”


Te recordaremos siempre con inmenso cariño, zayla.


ClNa U2
Avlock

Extraido de: www.dominacionsumision.com


*Nos ha dejado de acompañar una amiga, zayla.
Ahora nos observa desde el cielo…
Hasta siempre, princesa.
kaya

Cuadernos de BDSM nº 6

Portada: Fotografía: AkhAsshA. Modelo: elMegro
Editorial.
1- PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA D/s: LA SEGURIDAD EMOCIONAL Por Txiria.
2- BELLEZA ENCADENADA. LA REPRESENTACIÓN DE LA MUJER CAUTIVA EN EL ARTE Por WhipMaster.
3- TRAMPLING Por AkhAsshA. Imágenes AkhAsshA. Modelos: sumisos AkhAsshA.
4- EL SPANKING Y LA MAGIA. LA FLAGELACIÓN COMO PRÁCTICA MÁGICA Por ZEXI.
5- ENTREVISTA A KURT, DEL ROSAS5 Por AMOBILBO.
6- BIOQUIMICA DE LA SUMISION Por zule Imágenes: zule
7- DIMENSIONES PSICOLÓGICAS DE LA ENTREGA MASOQUISTA. Por Dorothy C. Hayden, LCSW (Licensed Clinical Social Worker: Asistente Social Clínica Licenciada), traducción autorizada para CuadernosBDSM, de Guillermo García (GGG)
8- FIESTAS SI, ORGIAS NO Por AMOBILBO
Contraportada: Fotografía O PENSADOR

*Editorial :
Corren tiempos extraños para el BDSM Hispano. Tal vez, sea debido a la actual crisis, tema de conversación obligatorio allá donde vayas. Pero el caso es que corren tiempos extraños...
Por una parte, un vuelo a vista de águila por nuestro panorama BDSMero, nos muestra cómo proliferan cada vez más los actos, fiestas y eventos BDSM. A las fiestas y locales habituales, se suman otras iniciativas nuevas. Y se realizan exposiciones fotográficas, recitales de poesía, charlas y demostraciones, entre otras muchas. También son cada vez más los espacios en internet que se abren con la intención de tratar el BDSM de una forma seria, didáctica e informativa, haciendo más fácil el acceso a contenidos maduros y serios sobre nuestro mundo. Pero, por otro lado, también nos muestra una parte negativa: la proliferación de la falta de respeto hacia los demás por parte de un buen número de personas en muchos foros y webs de internet. No sabemos por qué, ni es objeto nuestro señalar a nadie, pero lo cierto es que presenciar las peleas, las “sacadas de pecho” en estos lugares desaniman completamente a participar en ellos, pues lejos de exponer, debatir, compartir y disfrutar, lo que parecen son más proclives a cualquier cosa con tal de ser el “number one” del BDSM. Incluyendo machacar a los demás.
Pero, como no hay mal que por bien no venga, tal vez fruto de esto último, sea la causa que hace que CuadernosBDSM crezca con cada número, como podréis observar con la lectura de éste mismo.
Con orgullo, ponemos en tus manos el número seis de CuadernosBDSM. En él, nuestro amigo el Sr. Txiria continúa con su interesante serie de artículos, dedicando en esta ocasión su atención a la Seguridad Emocional. El Señor WhipMaster, nos transcribe la magnífica conferencia que impartió en Domus Área (Second Life) sobre la belleza encadenada, dándonos un repaso a la representación artística de la mujer cautiva, encadenada o sumisa a través de la historia. La Dama AkhAsshA nos escribe sobre eltrampling. El Señor ZEXI nos ilustra con un magnífico artículo sobre el Spanking y su relación con ritos de la fertilidad, no sólo como algo histórico, si no vigente en algunos lugares aún hoy en día (tal vez podría servirnos como justificante de ésta práctica,¿no?). La figura de Kurt, ClubMaster del Rosas5, es la escogida por nuestro reportero AMOBILBO para su entrevista. Poco a poco, vamos de su mano conociendo a las personas que forman parte importante de nuestra historia y de nuestro futuro. La señorita zule nos acerca un tema de gran interés con su artículo sobre la bioquímica de la sumisión, ilustrándolo con unas bellas imágenes de ella misma. Incluímos también la traducción autorizada por la autora, del artículo “Dimensiones Psicológicas de la entrega masoquista”, realizada por el Sr. GGG. Y, para terminar, de nuevo el Señor AMOBILBO, esta vez, con un artículo basado en sus propias experiencias en torno a los eventos BDSM.
Como puedes ver, éste es un número espeso, pero muy completo.
Disfrútalo.
CuadernosBDSM


*Puedes descargarlo aquí: Cuadernos de BDSM nº 6.
*En los enlaces de la derecha puedes descargar los números anteriores.

Palabras de Seguridad


A continuación se detallan algunas de las preguntas más frecuentes que me han hecho sobre el uso de palabras de seguridad. Vaya por delante que no todo el mundo usa palabras de seguridad. Como en muchos otros aspectos del BDSM, es una cuestión de elección personal. En cualquier caso, el tema de las palabras de seguridad debe discutirse ANTES de la primera sesión. Además, conviene tener en cuenta que la mejor palabra de seguridad es siempre el instinto: si algo te dice o te hace pensar que hay gato encerrado, no sigas adelante, con o sin palabra de seguridad. Las palabras de seguridad también cambian con el paso del tiempo, a medida que se consolida la relación. Deben discutirse con cierta frecuencia y, en su caso, revisarse para adecuarse a las nuevas necesidades de la pareja.

P: ¿Qué es una palabra de seguridad?
R: Es una palabra o serie de palabras decididas entre el/la dominante y el/la sumiso/a para ser utilizadas, en caso de necesidad durante una sesión, por cualquiera de las partes para finalizarla. La fórmula que más he visto es: rojo (parar), amarillo (frena, precaución), verde (adelante). Tan simple como un semáforo.

P: ¿Cómo escojo las palabras de seguridad?
R: La palabra que escojas debería indicar claramente al/la dominante que algo no va bien en la sesión. Por ello, probablemente, la palabra “NO” no sea una buena elección. Llevadas por la excitación del momento, algunas personas puede decir que no cuando en realidad quieren decir que si. La elección de la palabra es una cuestión a tratar siempre entre las dos partes de la relación. Basta con asegurarse de que sea una palabra fácil de recordar y que no sea de uso corriente durante las sesiones, para que funcione.

P: ¿Qué pasa si estoy amordazado/a y no puedo hablar?
R: En esos casos es buena idea tener también establecida lo que se llama una "acción de seguridad". Si el sumiso/a va a estar amordazado/a, debe definirse un gesto o una acción que pueda usarse como señal para parar la sesión. Las acciones más corrientes que conozco consisten en que el/la sumiso/a tenga algún objeto en la mano para que lo deje caer si desea parar; unas llaves, una campanilla, una pelota o cualquier otra cosa que haga ruido y que atraiga la atención del/la dominante.

P: ¿Cual es el mejor momento para fijar las palabras de seguridad?
R: Preferiblemente antes de que se produzca la primera sesión, durante el proceso de negociación que debe darse entre las partes que desean entablar una relación de D/s.

P: ¿Es cierto que una palabra de seguridad supone una limitación o pérdida del control por parte del/la dominante?
R: Si y no, depende del punto de vista. En mi opinión, el/la dominante es quien posee el control de la sesión, quien decide lo que sucede en ella y la dirección que va tomando la sesión. Una palabra de seguridad es simplemente una forma de expresar que se ha alcanzado un límite o que algo va francamente mal. Muchas de las actividades y prácticas que se llevan a cabo en una relación de D/s conllevan una serie de riesgos y nadie es perfecto, de manera que la posibilidad de que se infrinja daño físico es real. Las palabras de seguridad son una buena manera de prevenir ese riesgo. (En la valoración de una relación como "segura y mutuamente consentida", la existencia de palabras de seguridad es uno de los elementos importantes).

P: ¿Qué ocurre si dejo de utilizar palabras de seguridad en mi relación?
R: Normalmente, en una relación de D/s duradera, el uso de palabras de seguridad suele desaparecer poco a poco con el tiempo, porque la persona dominante conoce tan bien a la otra persona, que sabe cuales son sus límites y qué ritmo debe imprimir a las sesiones para no ir demasiado deprisa. Igualmente, una multitud de pequeños detalles permiten saber lo que pasa en todo momento entre ambos, haciendo que se sientan tan cómodos que ya no sea necesario utilizar la palabra de seguridad. Si es éste tu caso, ¡enhorabuena! Tienes suerte de tener una relación que funcione así de bien.

P: ¿Cuándo debo usar la palabra de seguridad?
R: Esos detalles deberías hablarlos y discutirlos con tu pareja durante el proceso de negociación previo a la relación. Las palabras de seguridad se usan con más frecuencia en aquellos momentos en los que se está alcanzado el límite, bien psíquico o físico, y no aguantas más.

También hay personas que usan la palabra de seguridad en otras situaciones. Hay quien la usa como una especie de “tiempo muerto” en la sesión. Por ejemplo, una sumisa con la que conversé una vez y que estaba iniciándose en la D/s, me comentó que su dominante quería que ella usase su palabra de seguridad en cualquier situación en la que se encontrase verdaderamente incómoda, como un tiempo muerto para discutir la situación entre los dos, aunque él tuviese la última palabra. El mejor ejemplo que me dio estaba relacionado con un castigo que tuvo que sufrir una vez. Ella, sinceramente, no entendía cual había sido su falta, así que invocó la palabra de seguridad para discutirlo con su dominante. Este uso de la palabra de seguridad me parece extremadamente beneficioso, tanto para la evolución y aprendizaje del/la sumiso/a, como para incrementar la confianza mutua entre las partes.

P: ¿Puede un/a dominante ignorar una palabra de seguridad en alguna ocasión?
R: La respuesta a esta pregunta es sencilla y rotunda: NO. La palabra de seguridad tiene su razón de ser. Si es usada, lo será con motivo y no debe ser ignorada.

P: ¿Qué ocurre si tengo la sensación de que mi sumisa/o está abusando de la palabra de seguridad?
R: Si crees que tu sumisa/o está usando la palabra de seguridad de forma abusiva, deberías sentarte con el/ella y hablar del tema juntos. Puede que algo le esté molestando seriamente, haciéndole/la sentirse incomodo/a o inseguro/a.

P: ¿Podría un/a dominante castigar alguna vez a su sumiso/a por usar la palabra de seguridad?
R: La respuesta lógica a esta pregunta es NO. Castigar a un sumiso/a por haber usado la palabra de seguridad honestamente, de acuerdo con las condiciones establecidas para su uso, es algo que merma la confianza. El/la sumiso/a confía en que el/la dominante respetará lo pactado. Castigarle/a por usarla le hará sentir que la palabra de seguridad carece de sentido. Por lo tanto, generará desconfianza y sensación de inseguridad, perjudicando la relación. Sin embargo, si se ha usado la palabra de seguridad sin motivo, podría aplicarse un castigo. Pero, por supuesto, eso depende de cada relación.

P: Me siento culpable cuando uso la palabra de seguridad ¿he decepcionado a mi dominante?
R: La respuesta a esta pregunta es NO. No has decepcionado a tu dominante, aunque sentirse ligeramente culpable es una reacción perfectamente normal. Un/a sumiso/a intenta honesta y duramente satisfacer y dar placer a su dominante, de todas las maneras en las que se le pide que lo haga. Muchos consideran que parar así una sesión va a disgustar al/la dominante. Cuando se pronuncia la palabra de seguridad, el/la dominante debe actuar en consecuencia e interrumpir la sesión, para apoyar y cuidar al/la sumiso/a, haciéndole saber que no ha ocurrido nada malo.

P: Mi dominante y yo hemos decidido conscientemente eliminar la palabra de seguridad, ¿es normal?
R: No seré yo quien diga lo que es normal o deja de serlo, pero conozco casos como ese. Mucha gente se refiere a esta situación con la expresión “quebrantar a una/un sumisa/o”, otros lo denominan “explorar los límites”. En la mayoría de los casos de los que he tenido conocimiento, el/la sumiso/a era novato/a y no conocía sus propios límites. Este tipo de sesión se realiza para ayudar a que la/el sumisa/o encuentre sus límites. También he oído que, a veces, este tipo de sesiones se realizan adrede para que el/la dominante consiga que la/el sumisa/o pronuncie la palabra de seguridad. En estos casos, la intención del/la dominante puede ser muy variada. Puede que el/ella esté comprobando si el/la sumisa/o usará la palabra, quizás con la intención de comprobar si se han ampliado los límites del/la sumiso/a. Otras personas hacen esto, con consentimiento previo, buscando una sesión más fuerte. Como puedes ver, como casi siempre en el D/s, no hay respuestas del tipo "correcto/incorrecto" a esta pregunta. Es una decisión personal, y cada relación es diferente.

Recuerda que el propósito de la palabra de seguridad es crear más confianza entre las partes que componen la relación. Ninguna relación de D/s funciona sin que exista una confianza mutua. No abuses de la palabra de seguridad, porque eso destruirá la confianza en la relación. El/la dominante confía en que no abusaras de esa palabra, y el/la sumiso/a confía en que el/la dominante la respetará. Así que úsala con sabiduría y mantendrás viva la confianza. En algunas relaciones no se usan palabras de seguridad. Eso no significa necesariamente que sea una relación insegura. Las palabras de seguridad tampoco te dan una garantía absoluta y nunca pueden sustituir a la comunicación entre las partes.

Un/a sumiso/a debe poder comunicarse con su dominante durante la sesión para expresarle que algo está fallando. Por ejemplo, que unas esposas están demasiado apretadas o cosas así. Este tipo de comunicación ayuda a prevenir que una sesión acabe antes de lo que verdaderamente les hubiese gustado a las dos partes.
La palabra de seguridad es, asimismo, una forma de comunicarle a tu dominante dónde están tus límites. Mediante su uso en cualquiera de sus sentidos, el/la dominante también puede comunicarte lo mismo, sus límites. No usar la palabra de seguridad cuando realmente es necesario hacerlo rompe la comunicación. Usarla cuando no es necesario, también perjudica la comunicación y la confianza.


Autor: Raven Shadowborne © 1997, 1998
Traducido por Sir Vicius