Nota de una sumisa a su Dominante

Las neveras son, habitualmente, un lugar ideal para colocar listas que deseamos cumplir, o tener a la vista para no olvidar. Lugares de comida rápida, la lista de la compra, el teléfono del cerrajero o el fontanero... o sencillamente reflexiones para nosotros mismos o para con quien convivimos.
El siguiente texto me lo dio, hace bastantes años, uno de mis primeros Mentores. Su pareja, su sumisa, lo había pegado en su nevera, a modo de recordatorio para ambos. Después circuló por Internet, y os ofrezco mi traducción.

No me malcríes. Conozco muy bien lo que no debo pedir.
Pero me gusta ponerte a prueba.

No temas ser firme conmigo. Lo prefiero. Me hace sentir más segura.

No me dejes tener malos hábitos.
Debo de confiar en Ti para detectarlos cuanto antes.

No me dejes pensar que soy más pequeña de lo que soy.
Esto sólo me hace sentir enormemente estúpida.

No me corrijas delante de gente, si puedes evitarlo.
Presto más atención cuando lo haces en privado.

No me hagas sentir que mis errores son pecados.
Esto agrede mi escala de valores.

No me protejas de las consecuencias.
Necesito aprender el camino del castigo de vez en cuando.

No te enfades si te digo "Te odio".
Muchas veces no lo digo por Ti, sino por Tu capacidad para frustrarme.

No prestes atención a lo que como.
Algunas veces me hace prestar cuidado sobre cosas insignificantes.

No me des la lata. Si lo haces aprenderé a ser sorda.

No olvides que a veces no se expresarme como quisiera.
Esto explica porqué a veces no soy precisa.

No me ignores cuando Te pregunte.
Si lo haces buscaré información en otros lugares. Para mí es vital aprender.

No seas inconsistente.
Esto me confunde profundamente, y me hace perder fe en Ti.

No me digas que mis miedos son tonterías.
Son terriblemente reales, y Tu podrías aplacarlos muchísimo si intentaras comprenderlos.

Nunca sugieras que eres perfecto o infalible.
Me provocarás un gran shock cuando descubra que no lo eres.

Nunca creas que una disculpa te hace perder dignidad.
Una sincera disculpa hará que me sienta más atraída hacia Ti.

No olvides que me encanta experimentar.
Lo necesito, por favor, no me dejes sin eso.

No olvides lo rápido que estoy creciendo.
Puede ser difícil para Ti seguir mi ritmo, pero inténtalo, por favor.

No olvides que para prosperar necesito un montón de Amor y de comprensión, pero ya lo sabes, verdad?

Por favor, mantente en forma y sano. Te necesito.



ManOfSpain, de su blog “Documentos BDSM” en Alt

Prisa vs Paciencia


Llevo mucho tiempo dándole vueltas a la impaciencia de la gente en general, de los Dominantes en particular.

Abro mi correo y como les suele suceder a la mayoría de la sumisas sin Amo, tengo mensajes de Dominantes que quieren dominarme... algunos dicen ser mi Amo desde el primer e-mail...

Primer paso, el contacto a veces escueto, a veces más extenso y mi contestación siempre es la misma: "No tengo prisa, quiero ir despacio". Necesito un mínimo conocimiento y un progresivo avance. Primero por mensajes, después correo personal, teléfono... y a continuación quizá haya "algo más" o simplemente una amistad. Pero sigo comprobando, con cierta decepción, que la mayoría de los Dominantes tienen mucha prisa como para recorrer ese camino tan "despacio". Algunos directamente ya ni contestan a ese "no tengo prisa" (cosa que entiendo, y acepto. Me parece bien si quieren algo rápido) pero a los que no termino de entender son a los que me contestan: "de acuerdo, vayamos despacio" y al segundo e-mail ya piden más, vuelven a pisar el acelerador.

Yo entiendo la D/s como un camino a recorrer basado en el conocimiento, el respeto y la confianza. Y estas tres cosas no se consiguen ni con tres e-mails ni en una semana.

Personalmente la impaciencia, y más en un Dominante, me produce desconfianza. Me hace pensar que si no quiere molestarse en conocer a la persona, a la mujer antes que a la sumisa ¿Cómo será capaz de meterse en mi mente y en mi alma? Y si eso no se produce ¿Cómo podrá someterme?, ¿Cómo querrá que me entregue? ¿Sólo al 50%... por debajo de mi ombligo?

Además, si un dominante NO tiene paciencia ahora en conocerme, en la espera de mi entrega, ¿qué paciencia tendrá después, cuando lleve Su collar? ¿Tendrá luego la paciencia necesaria para educarme, para corregir mis faltas con mesura, para hacer de mí mejor persona y mejor sumisa cada día, para darme el cariño y la atención que necesito?

Aún así me consta que no es fácil encontrar lo que yo busco. Alguien hace ya tiempo me dijo ( y se me quedó grabado ) que yo busco la parte mas difícil y romántica de la D/s, y supongo que coincidir... encontrarlo, lleva su tiempo, no es fácil. Menos mal que si algo me sobra es paciencia y buen humor para esperar si ansiedad, sin traumas. No renuncio a mis sueños.

Al fin y al cabo creo que mi entrega es algo muy valioso de mí misma y si yo no me valoro tampoco lo hará quien tenga enfrente.

Por suerte también hay excepciones, tengo amigos Amos que así me lo confirman. He aquí, por ejemplo, lo que me dijo un Amo amigo, El Faro ( al que admiro, respeto y quiero ) respecto de lo anteriormente dicho:

"Sí, supongo que esto que me comentas sobre lo que suelen hacer la mayoría de amos, quizá algunos lo hagan por mero afán depredador y otros porque sinceramente están buscando la sumisa de su vida y no tienen muchas ganas de cultivar amistades que no tengan ninguna posibilidad de desembocar en una relación D/s de manera inmediata. Buscar la sumisa de tu vida resulta bastante difícil y laborioso".

Otro Amo amigo de una página, que me animó a abrir allí un blog, también me comentaba que la prisa no es exclusiva de los Dominantes, también se da en las sumisas. Pero claro, yo opino sobre lo que yo vivo.

Y respetando absolutamente que cada persona viva el BDSM como le dé la gana yo, después de un tiempo, sé más o menos como quiero vivir mi sumisión y no me vale el "Aquí te pillo, aquí te someto".

No creo que lo que busco sea un imposible. Esperaré al "Amo de mi vida", parafraseando a mi sabio amigo ( esa es la intención, dure lo que tenga que durar que ese sería otro tema ) y no, ¡¡ no renunciaré a mis sueños !!
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kaya
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*El Faro me ha autorizado para poner su nombre y reproducir aqui lo que me dijo en un mensaje privado. Pinchando sobre éste puedes acceder a su blog... merece mucho la pena.
Gracias Señor, por su amistad.

LA ATADURA de Vanessa Duriés

AUTOR: DURIÉS, VANESSA
EDITORIAL: TUSQUETS
PRECIO: 10 €
AÑO: 2002
LUGAR DE EDICIÓN: Barcelona
COLECCIÓN: LA SONRISA VERTICAL
NÚMERO PÁGINAS: 144


Libro de culto de la literatura erótica contemporánea, La Atadura se ha convertido en un punto de referencia en el mundo sadomasoquista no sólo por la fuerza de sus páginas, sino también por la trágica desaparición de su jovencísima autora, quien se inspiró en sus propias experiencias para escribir la novela. No en vano el célebre editor y estudioso francés Jean-Jacques Pauvert ha escrito que La atadura «revela un profundo cambio de mentalidad» en el modo de abordar el tema.
Su autora, Vanessa Duriés, era estudiante de literatura cuando participó en el concurso "La sonrisa vertical". Tenía alrededor de 20 años en 1993, fecha en que fue publicada la obra. Vanessa nos habló de un amor con episodios enfermizos, entregando una novela que empieza como un tratado de sadomasoquismo: los participantes, el ambiente, lo que significan ambos personajes, el Amo, y el esclavo.
Vanessa murió trágicamente un par de meses después que consiguió publicar su libro.

Vanessa, estudiante de letras, siente una atracción irresistible hacia Pierre, un hombre maduro que la introduce en el mundo de la dominación. Con una sinceridad rayana en el candor, «Laïka», nombre que adopta después de su iniciación, conduce primero al lector por las sombras de su infancia, marcada por humillantes castigos, antes de introducirle en las primeras prácticas sadomasoquistas. Así, al hilo de las sucesivas pruebas a las que Laïka se somete, el lector alcanza a comprender la plenitud de su goce ya de adulta.
De este modo, Vanessa Duriès nos adentra, con extraordinaria lucidez y serenidad, en el vínculo -imprescindible para participar en ese peligroso juego- que ata a la sumisa a su Amo, un vínculo basado en la confianza y en el absoluto respeto a los límites establecidos de común acuerdo. Con la misma claridad, describe las paradojas de la dominación erótica: por un lado, el sometimiento es la prueba del amor de la sumisa hacia su Amo; por otro, esa absoluta entrega no hace sino subyugar al Amo, quien se convierte a su vez en un fascinado esclavo de su víctima.

Sesiones Conjuntas, Cesiones e Intercambios

Apuntes y reflexiones a partir del debate que tuvo lugar el día 30/11/05 en el canal #BilbaoD/s.
Estas conclusiones reflejan muchas de las opiniones y experiencias expresadas en el debate (puede leerse el extracto del mismo en la web http://usuarios.lycos.es/dsbilbao/), así como en otras conversaciones posteriores mantenidas con amigos, y posiblemente también incluyan algo de cosecha propia.
Hay otras formas de plantearse estas experiencias, y otras formas de vivir el BDSM, todas válidas. Esto sólo es un reflejo de la nuestra.

SESIONES CONJUNTAS:
Podría definirse así cuando en un mismo lugar y momento dos parejas o grupos (o más) tienen sus sesiones, cada cual a su aire, sin que haya entre ellos interacción.
Tú con tu Señor en la cruz… otra pareja de amigos en el potro… Ambos compartiendo una mazmorra (o el salón de casa) pero cada uno a sus juegos sin interferir en el de los otros.
Tiene el punto de excitación que supone el ser testigo de los juegos de otras personas, así como el que esas personas puedan a su vez contemplar los tuyos. A pesar de que si estás muy metido en tu papel puedes no enterarte de casi nada de lo que ocurre alrededor, siempre te llegan sonidos, percibes las presencias, eres consciente de que se está dando esa situación.
Al mismo tiempo cuentas con la seguridad de que sólo tu propietario va a actuar sobre ti y que los demás participantes presentes van a respetar esa privacidad.

CESIONES E INTERCAMBIOS
La cesión generalmente plantea más reparos tanto para las personas sumisas como entre sus propietarios, y también pueden darse muchos más matices en cómo definirla y en qué condiciones llevarla a cabo.
No es siempre así, pero generalmente, estos reparos suelen darse más en sumisas (y sus Amos) que en sumisos, y están relacionados por un lado con dudas sobre la seguridad y por otro lado con el tipo de implicaciones afectivas que se hayan establecido entre Amo y sumisa y posibles repercusiones de un acto así.
Los curiosos del chat, cuando preguntan “¿tu Amo te cede?” imaginan que te deja al primero que se le ocurre pedirlo, para que se te lleve a una habitación a solas y haga contigo lo que le dé la gana. A veces incluso se sorprenden cuando contestas que no. Pero como dice mi Señor… “¿tú tienes coche, verdad? ¿se lo dejas al primero que pasa?” Esta situación de cesión a extraños para libre uso sin duda es posible que llegue a darse en casos más extremos, aunque se supone que siempre se buscaran ciertas garantías de seguridad y salud (el consenso lo presupongo, tal como lo entienda cada pareja).
Pero en nuestro caso, mi experiencia y la de la gente de mi entorno, al menos hasta el momento que tuvo lugar el debate, las cesiones cuando tienen lugar están muy lejos de consistir en esa fantasía típica de relato.

* ¿Qué son las cesiones e intercambios?
Cesión es cuando un dominante presta a otro dominante su sumisa a cambio de nada. Tal como se define este término en el Glosario Internacional de BDSM, la cesión puede limitarse a unas condiciones concretas o puede consistir en una transferencia total de la posesión de la sumisa durante ese periodo de tiempo, de forma que el amo receptor pueda disponer de ella como si fuera de su propiedad.
Lo habitual, es que no se trate de una cesión absoluta.
Por otro lado, podemos entender el intercambio en cierto modo como una modalidad de cesión, ya que la situación tiene algo en común: tu propiedad acaba en manos de otro. Los problemas e implicaciones pueden ser parecidos.
La diferencia entre una cesión simple y un intercambio, es que en el intercambio debe haber una contraprestación de características similares.
Por ejemplo:
- Si tu Señor pasa el gato a un dominante de confianza para que, por ejemplo, muestre sobre ti cómo se utiliza ese instrumento o pruebe su calidad, o si lo hace simplemente para puro divertimiento de todos, o por el motivo que sea: es cesión.
- Si ambos intercambian sumisas y cada cual juega con la propiedad ajena, en la misma sala o en espacios separados: es intercambio.
- Si en el juego ambos van alternando la sumisa propia y la ajena, sigue siendo una modalidad de intercambio.

ALGUNAS PAUTAS Y REFLEXIONES
¿Cómo pueden introducirse estas prácticas en una relación BDSM de forma que resulten gratas para todos?
Según nuestras experiencias y las comentadas por otras personas durante el debate de #BilbaoD/s, podrían esbozarse algunas conclusiones que facilitan (al menos en nuestros casos) el que este tipo de juegos se incorporen a la relación de forma que sean disfrutadas por todos.
¿Para qué se cede? Contenidos y límites en las cesiones.
SE CEDE PARA LO QUE SE HAYA ACORDADO.
La cesión se realiza sólo para actividades concretas, acordadas de forma meticulosa previamente entre los Amos para evitar posibles malos entendidos y daños indeseados.
Estas actividades NUNCA sobrepasan los límites establecidos entre la relación Amo-sumisa original.
Al contrario, al menos al principio, suelen reducirse a prácticas y experiencias ya superadas, de forma que la tensión viene más del hecho de ser cedido que de la actividad a realizar.
Posteriormente es posible que los juegos se vayan endureciendo según los participantes vayan conociéndose más y la cesión en sí deje de ser un reto o un factor de estrés, o incluso que el objetivo de la cesión sea probar cosas nuevas que el propietario no desea experimentar directamente con su propiedad, por ejemplo por falta de experiencia en esa práctica en particular.
Además, existe el recurso de la palabra de seguridad para detener la sesión si es necesario.
Especialmente en el caso de que vaya a haber ausencia del propietario, no hay que olvidar informar al dominante receptor de cual es la palabra o sistemas habituales de seguridad, o bien acordar una para ese encuentro en particular, así como poner un especial cuidado en detallar los límites que no deben sobrepasarse.
Lo de que la cesión supone necesariamente el libre uso sexual y sádico de la sumisa cedida no es más que un mito, una fantasía con exceso de imaginación (lo que no quita que pueda llegar a darse este tipo de implicación en algunas relaciones). O igual es por el contrario falta de imaginación: hay muchas formas de usar la sumisión, sin llegar a esos extremos, que pueden ser muy placenteras a un poquito de creatividad que se tenga.
La cesión puede ser para una tanda de azotes (desde 5 hasta 5.000, con un gato suave o con el látigo más cruel…), o puede ser para un servicio doméstico de dos días, para servir el café una tarde en una reunión, para dar un masaje, para servicios sexuales, para una sesión salvaje de sado, para entrenar a una sumisa del otro Amo en algo en lo que tú eres experta… Imaginación al poder.
* La presencia-ausencia del propietario durante una cesión
“(…) ¿Acaso iba a quedarme sola, a solas conmigo misma?. No, Pierre no podía hacer eso; no tenía derecho a hacerme eso. Yo no merecía que me dejara sola. ¿Cómo iba a ingeniármelas?.«Pierre, quédate conmigo; ¡no me abandones! Sin ti, sabes que ya no soy nada. No me dejes sola, porque no podré hacer nada. No lo conseguiré. Nada es posible sin ti...»
Vanesa Duriés, La Atadura
La cesión puede darse con presencia del propietario durante la práctica, bien como participante activo (compartiendo la sumisa o en intercambio con la sumisa del otro dominante) o bien simplemente como observador, o puede tener lugar con ausencia del mismo.
Por lo general, es preferible, al iniciarse en este tipo de prácticas, que el Amo esté presente durante la sesión y con frecuencia es una de las condiciones que la sumisa presenta para poder enfrentarse a estas situaciones.
En todo caso, la cesión de la sumisa a otra persona en ausencia del propietario sólo debería tener lugar cuando éste tenga una absoluta confianza en el Amo receptor y tenga una garantía razonable sobre la seguridad y bienestar de su propiedad.
El no sentir esta absoluta garantía en cuanto a la seguridad de su propiedad, es uno de los motivos que pueden inducir a un Amo a no desear ceder a su sumisa en estas condiciones.
De todas formas, conviene recordar que tal vez no estés preparada para hacer en ausencia de tu Dueño muchas de las cosas que puedes afrontar bajo su tutela directa pero… ¿y otras?. Volvemos a lo de la imaginación: ser cedida no significa necesariamente que sea para eso que estás pensando y para lo que te sabes incapaz.
* La confianza como pilar imprescindible.
“La confianza que une al amo y a su esclava es fundamental; es una confianza que condiciona y autoriza todos los excesos, y con ellos todas las dichas.Porque lo amo y sé que él me ama, tengo la certeza de que este amor no nos extraviará por peligrosos caminos sin retorno.”
Vanesa Duriès, La Atadura
Para empezar, la confianza debe empezar por nosotros mismos:
Los sumisos necesitamos tener mucha confianza en nuestro dominante para dejarnos guiar a estas situaciones con la certeza de que nuestro bienestar ha sido garantizado de una u otra forma.
E igualmente, tanto dominante como dominado necesitan tener confianza en sí mismos y en la firmeza de la relación. Una seguridad que les permita disfrutar al sacar estos juegos de las paredes del dormitorio e involucrar a terceros, y que no deje espacio a inseguridades y temores del tipo “¿y si prueba y le gusta más el otro Amo/la otra sumisa?”.
Por último, es necesario elegir a los compañeros de juegos entre gente de confianza, especialmente cuanto más comprometidos vayan a ser esos juegos.
“(…) »Me encantaría compartir nuevas experiencias con vosotros. Quisiera volver a vivir momentos tan intensos como los que vivimos en el transcurso de ese fin de semana.»Sueño con llegar cada vez más lejos en ese terreno, y quisiera que este aprendizaje y esta progresión tuvieran lugar junto a vosotros y con vuestra ayuda. Me gustaría llegar a ser "alguien" y explorar mis fantasías a fondo, más allá de los deseos de Pierre, sin tener jamás miedo. Poder afrontarlo todo sin aprensiones, ése es mi objetivo.»La confianza en los compañeros de juego resulta esencial en un terreno donde la sensibilidad a flor de piel debe arrastrar a veces pruebas muy duras. (…)”
Vanesa Duriés, La Atadura

No todo el mundo sirve como cómplice para estas prácticas. A la hora de empezar a compartir sesiones, es importante conocer a las personas con las que vamos a involucrarnos, asegurarse de que todo el mundo “habla el mismo idioma” y tiene expectativas similares.
Cuando los participantes han comprobado que tienen cierto feeling entre sí, las cosas se han hablado bien antes y contamos con la honestidad y buena intención de todos los implicados, cualquier pequeño problema que pueda darse a ultima hora será fácilmente subsanado sin romper por ello el buen ambiente de la sesión.
En el caso de las cesiones la calidad de esta relación es mucho más importante. El dominante receptor de la cesión no suele ser “el primero que lo pida”, si no más bien un Amo de especial aprecio y confianza para el propietario, con quien tenga la garantía de que su propiedad está en buenas manos y de que se van a cumplir los pactos. No hace falta repetir hasta qué punto es esto básico si la cesión va a ser en ausencia del propietario.
* ¿Cuándo iniciar estas prácticas?
Cuando se desee, la relación y sus participantes estén preparados para ello, y se cuente con las personas y circunstancias apropiadas para compartir este tipo de juegos.
Iniciar este tipo de actividades suele suponer la superación de límites hasta el momento presentes, por lo que en ese caso debería tener lugar como la superación de cualquier otro límite: bajo la guía del dominante, habiendo preparado a la sumisa hasta estar preparada para ello y no por imposición contra su voluntad.
Consiste en superar los límites, no en transgredirlos.
"La autoridad absoluta se funda en un complejo juego de equilibrios, y el menor paso en falso rompe la armonía y hace que la consideración que sentían el uno por el otro se resquebraje. Todo ser humano tiene sus límites, y el esclavo no es una excepción. Ningún amo debe transgredir los límites morales o físicos aceptados por el esclavo o la esclava. Y cualquier quebrantamiento de esta regla puede ser mortal".
Vanesa Duriés, La Atadura
* El temor al desapego
¿Me cede porque no le importo? ¿Me intercambia porque le gusta más la otra?¿Y si la cedo y le gusta él otro más?
"En ocasiones tengo la impresión de que le resulta más fácil prestarme a mí que prestar ciertos objetos que significan mucho para él".
Vanesa Duriés, La Atadura
Es especialmente difícil para las personas que no practican BDSM entender que nuestros juegos no significan en absoluto que los Amos desprecien a sus propiedades. A veces, incluso a nosotros mismos nos cuesta asimilar algunas paradojas y realidades del juego BDSM cuando aún no las hemos vivido.
No obstante, es un juego de adultos que busca como último fin la felicidad de las personas implicadas, por lo que debería leerse siempre en positivo:
El Amo no cede su propiedad a otra persona porque no la valore. Si un dominante guía a su sometida a juegos de sesiones compartidas y cesiones, no es por falta de vinculación y afecto. No es porque con ella se aburra y quiera usarla como moneda de cambio.
Al contrario, la cede porque siente el inmenso orgullo de poseerla. La cede porque tiene el compromiso adquirido para su sometida de guiarla a nuevas experiencias y aprendizajes de forma segura. La cede porque en él ha recaído la responsabilidad de actuar como administrador del placer en esa relación, del suyo propio y del de quien ha puesto en sus manos esos deberes.
Y guiándola hacia la superación de límites y encargándose de procurar las experiencias y las condiciones necesarias para que él y para su propiedad puedan avanzar en el camino, no hace más que cumplir sus compromisos, por el placer último de ambos.
Por lo general, el contemplar a la propia sumisa en este tipo de juegos, provoca todo lo contrario al abandono y desinterés: excitación, orgullo, estima, valoración, agradecimiento por la entrega,… un reforzamiento del vínculo entre ambos. En definitiva, como cada vez que se da un paso más.
El que no surjan esos temores depende de la confianza que tengamos en nosotros mismos y la fortaleza de nuestra relación. Si estamos preparados, los sumisos no sentiremos que somos hechos de menos al ser cedidos, ni los dominantes tendrán reparos ante la afinidad que su propiedad pueda sentir por otro dominante durante la cesión.
* ¿Por qué puede desear un dominante/sumiso realizar este tipo de prácticas?
-Como demostración y constatación de entrega/posesión.
-Por placer, por pura diversión y morbo (tanto por parte de los dominantes como de los sumisos)
-Por cambiar de ángulo. Ver a nuestro dominante ejerciendo, o contemplar a nuestro sumiso en sesión desde fuera puede ser una experiencia muy interesante e instructiva.
-Por aprendizaje: Para aprender observando a otros en durante sus sesiones, o intercambiando con ellos comentarios, interactuando, etc. Para que el sumiso experimente en manos de otro dominante practicas en las cuales su amo no es experto. Para aprender más sobre nosotros mismos y nuestras parejas al enfrentarnos a situaciones nuevas.
“Una de las mayores dichas de la vida estriba en poder acabar con los tabúes que anidan en nuestro interior. No conozco nada más enriquecedor para el conocimiento de uno mismo que alcanzar ese objetivo.”
Vanesa Duriés, La Atadura
-Por reafirmación del rol en la relación: el sacar la relación de los límites de la intimidad y exponerla a ojos de terceros en primer lugar y, si se da el caso, el pasar a juegos de cesión, provocan en el dominante y en el sumiso una sensación de reafirmación de su rol.
-Por avanzar y profundizar en la relación, en la sumisión-dominación propios y explorar nuevos límites. Porque la evolución natural nos lleve paso a paso a desearlo.
-¿Por castigo? Aunque es posible hacerlo como castigo, la opinión general es no ceder en esas condiciones, ya que pretendemos que la cesión se viva como algo bello y positivo, una muestra más de entrega hacia el Amo, y sería un castigo cruel con posibles consecuencias difíciles de controlar.
En definitiva: porque quieres, porque puedes y si es así… ¿por qué no?

* ¿Es necesario acceder a estas prácticas para ser “un auténtico Amo/sumisa”?
NO
Cada cual tiene sus intereses, sus límites, su ritmo… Plantearse las distintas posibles prácticas BDSM como hitos que hay que superar obligatoriamente para obtener credibilidad ante determinadas personas o círculos, es olvidar que al fin y al cabo los únicos que importamos somos nosotros, lo que nosotros sentimos y vivimos y la relación que construimos a nuestra medida, no los que nos observan y juzgan.
Si el camino te lleva a ello, te deseo que lo disfrutes y resulte una experiencia enriquecedora y gratificante. Y si no… que otros caminos te lleven a tu felicidad.

lena{DR}Enero’06

Sumisión NO es...

* Sumisión NO es falta de autoestima. Todo sumiso debe ser consciente de lo hermoso y profundo que es su don, valorarlo y amarlo. Además es importante el recordar que una de las principales características que tenemos como sumisas(os) es la de darnos al otro. ¿Cómo vamos a dar amor, respeto, entrega a nuestro(a) Dominante si no sabemos darlo a nosotros mismos?
* Sumisión NO es obedecer ciegamente a realizar algo que daña a los seres que amas, por supuesto que esto te incluye a ti misma(o). Un Dominante verdadero siempre antepondrá el bienestar de su propiedad, y este bienestar incluye los aspectos afectivos y familiares en tu vida. Así que alerta! si un Dominante te ordena algo que va en contra de ti misma, de los seres que amas o en cualquier situación que te haga sentir mal contigo misma(o), no esta anteponiendo tu bienestar, sería conveniente que te sentaras a reflexionar si en verdad la parte consensual, sana y segura en tu relación se esta llevando a cabo.
* Sumisión NO es sufrimiento. La sumisión es un gozo, es un placer, una necesidad de darse al otro, y ambos tanto la parte Dominante como la sumisa reciben placer. No por esto estoy negando los momentos duros, las correcciones, disciplina y castigos que se requieren en el entrenamiento dentro de una relación D/s. Pero siempre los momentos de gozo deben de ser mayores a los momentos amargos.
* Sumisión NO es una enfermedad mental que haya que curar (aunque muchos lo duden :-P).
* Sumisión NO tiene nada que ver con discriminación sexual, no se trata de una cuestión en la que el Dominante aplasta al sumiso del sexo contrario, se trata de una complementación, un ying y un yang.
* Sumisión NO es permitir ser víctima de abuso ni físico, ni mental, ni emocional. Jamás debemos tratar de tapar o disculpar el abuso justificándolo a manera de una relación D/s, recuerden C.S.S. (Consensual, Sano y Seguro) son las claves.
* Sumisión NO es signo de inferioridad o de incapacidad para resolver los problemas de la vida.
* Sumisión NO es es signo de debilidad. Es totalmente opuesto a esto, se necesita ser una persona muy valiente y muy fuerte para poder entregarse a los niveles que se dan en este estilo de vida.
*Sumisión NO es convertirse en un cero a la izquierda. Una de las bases mas importantes para una relación D/s es sin duda alguna la comunicación, es sumamente necesario que haya mucho dialogo y confianza entre Dominante y sumisa(o). Por lo tanto siempre será importante lo que sientes, lo que esperas y deseas dentro de la relación, ya que aun cuando el o la Dominante es quien toma las decisiones finales, es vital que ambos tengan un espacio para hablar de manera libre y expresar cualquier cosa que pueda enriquecer la relación.

stella de Sir Lucevan
texto extraido de Club Sumisión