El jardín perfumado


La mujer es como una fruta que sólo exhala su fragancia cuando la frotan con la mano. Toma, por ejemplo, la albahaca: a menos que la calientes con los dedos no emite su perfume. ¿y sabes, por ejemplo, que a menos que el ámbar sea entibiado y manipulado retiene su aroma?

Es igual con la mujer: si no la animas con tus caricias y besos, con mordiscos en sus muslos y abrazos apretados, no obtendrás lo que deseas; no experimentarás placer cuando ella comparta tu diván, y ella no sentirá afecto por ti.

Fragmento de "El jardín perfumado"

1 comentario:

السر dijo...

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