El escándalo de Soledad

Soledad Sánchez Mohamed, candidata del Partido Democrático de Ciutadella a la alcaldía de esta ciudad menorquina, se ha visto obligada a retirar un cartel en el que exponía sus pechos como "argumentos", después de haber sido denunciado por sexista su reclamo electoral.

Soledad Sánchez está muy enfadada por el revuelo que han liado sus dos pechos. La candidata del Partido Democrático de Ciutadella enseñó sus "dos grandes argumentos" en un cartel que en pocas horas ha corrido como la pólvora por los medios de todo el país. "Menuda ridiculez que la gente se escandalice por una tontería así", dice para matizar que en la imagen "no hay ni pizca de photoshop".

La polémica fotografía iba a ser un regalo para su novio, al que no le ha gustado que la usara para el cartel. De él son, precisamente, las manos que aparecen sujetando sus pechos.
Una foto del álbum familiar que acabó escogiendo para responder "sin miedo" a sus adversarios políticos en Ciutadella. "No era un cartel electoral, sólo una manera de decirles que nos nos avergonzamos de nada", insiste Sánchez mientras asegura a ELMUNDO.es que "todo esto no es más que una cortina de humo".
"Es una foto artística", señala la candidata, que no duda en culpar a Izquierda Unida de Menorca de ser "los más retrógrados, les falta pedir que las mujeres nos pongamos un burka". "Son unos cantamañanas que ni se han leído sus estatutos", espeta Sánchez sobre el partido que ha denuncia el cartel.
"Lo más divertido es que nos hemos hartado de limpiar el cristal de nuestra sede de los cabezazos que se daba la gente para mirar el cartel", dice con sorna para atacar el "infantilismo y la hipocresía de esta sociedad": "Tenemos porno en los kioskos y en Internet y nos llevamos las manos a la cabeza por un par de tetas".
Ella, cuyas fotos maniatada y con una soga al cuello circulan hoy a toda mecha por Internet, asegura que es "la más feminista de todas" y que esas imágenes (publicadas en la revista Més Iris Menorca) se hicieron "como denuncia del machismo que aún lastra nuestra sociedad".
Como feminista, dice, se averguenza de la reacción que han tenido desde el Instituto de la Mujer, donde "van de abanderadas del feminismo cuando en realidad sólo son una etiqueta". "Me planteo seriamente denunciarlas, todo dependerá del grado de cabreo que vaya pillando", asegura Sánchez, quien dice tener formación universitaria "de bastantes cosas" y decicarse a la docencia de forma privada. Es profesora particular de alumnos que van de los 6 a los 60 años: "Destino todo lo que gano a formarme".

Fuente: elmundo.es