Prácticas BDSM: El Caning

Las varas tienen una reputación merecida como arma de terror de la época Victoriana. Para la mayoría de los sumisos, significan un castigo severo; Si tenemos cuidado y paciencia, pueden utilizarse de una manera cariñosa y sensual. La misma flexibilidad de la vara permite que los golpecitos ligeros se puedan dar con un control perfecto, en el caso del juego sensual, los movimientos ligeros son más frecuentes y de menor fuerza, las varas suelen ser de mimbre o de bambú.
El estilo es una cuestión de confianza, de paciencia, y de delicadeza. Si no puedes ganar, mantener, y merecer la confianza del sumiso, todo fallará o no llegará a donde puede llegar.
En cuanto a la paciencia, no comiences una escena de este tipo si no tienes al menos una hora disponible, o mejor aún dos, ¿Delicadeza? Bien, en dos ocasiones los sumisos se han dormido mientras eran azotados. Eso es delicadeza.
No me estoy jactando, y no estoy diciendo que yo sea un dios del Caning. Es realmente cierto, por eso estoy escribiendo esto.
Una sola vara puede dar una sinfonía entera de sensaciones. Un pequeño movimiento tras una caricia momentos antes del impacto acentuará la sensación superficial.. La misma clase de movimiento llevado más allá del momento del impacto, tendrá mayor penetración.
La mayor intensidad se provoca con el extremo o toda la longitud de la vara, en este caso, en un golpe fuerte, pueden producirse marcas, en un golpe ligero esta parte de la vara apenas causará sensación. Más cercana a la mano del Dominante, la vara se mueve más lentamente y la sensación puede ser similar a un masaje.Esto permite mantener el ritmo y la atmósfera de la sesión.
La extremidad de una vara se puede utilizar de muchas maneras, puede dañar o puede tan sólo rozar, los golpes con el extremo pueden utilizarse en la palma de los pies, los músculos entre la espina dorsal y el hombro…
Un movimiento tradicional en cualquiera de estas áreas cruzaría el área de los huesos, causando contusiones del hueso y el dolor no es en absoluto erótico; ¡Así que no intentes actuar con fuerza a menos que estés completamente seguro de tu puntería!!!, los golpes ligeros del extremo de la vara son mucho más seguros y se sienten como un masaje.
Cuando una persona entra en el subspace como espero enviarlos, el mero hecho de mantener su equilibrio es un distracción. Hacer que descansen sobre una mesa será lo mejor para el Dominante en escenas largas, las mesas de masaje son ideales para esto, porque son fuertes y tienen la altura apropiada, será necesario ponerle un acolchado si la mesa no lo tiene, se debe poner una sábana limpia y una almohada.
La segunda opción es a nivel del suelo; en un colchón o un cojín de goma espuma. Así el Dominante se podrá arrodillar al lado del sumiso. En la mesa o en el suelo, será bueno tener espacio por todos los lados, para poder cambiarse de sitio, para mantener el caning simétrico. También, permite que la otra mano toque sobre cualquier parte del cuerpo del sumiso, puedes frotarle ligeramente, darle masaje, acariciarle, jugar con su entrepierna, acariciar su cara, dar masaje a su parte posterior, al pelo, a la nuca, jugar con tus dedos entre sus dientes….
El caning puede ser difícil si el sumiso está de pie, sobre todo si el Dominante es más alto, hay en este caso una tendencia a que los golpes caigan demasiado arriba. También en esta posición es difícil de alcanzar el golpe dulce, el inclinar una rodilla puede ayudar en el juego, el sumiso puede subirse a algún sitio; si tienes los medios, la experiencia y conocimientos técnicos suficientes, la suspensión puede ser también una manera de tener al sumiso más alto.
Intenta evitar las posiciones dobladas tradicionales para el caning, donde el sumiso se agacha o se dobla sobre una silla. El tener la piel estirada hace que sea mucho más sensible. Los azotadores Victorianos deseaban propinar una paliza, nosotros deseamos un azote sensual, y tratamos de evitarla. Las columna y las articulaciones son muy sensibles y algún golpe demasiado fuerte, puede ocasionar una inhabilidad dolorosa para el resto de la vida.
Las nalgas son un área perfecta para los golpes fuertes, cuando el cuerpo del sumiso está recto.

TÉCNICA DE CALENTAMIENTO
La condición previa para un viaje al cielo de las sensaciones, es relajar al sumiso profundamente, que confíe en ti, no anticipándose al movimiento siguiente, sino aceptándolo, si no se calienta al sumiso, será más difícil y más lenta su entrada en el subspace, ya que su instinto de supervivencia gritará que se está produciendo un daño; un buen sumiso deseará que la sesión vaya bien y tratará de controlar el pánico y el nerviosismo, para este estilo particular de juego el Dominante debe ir ganando la confianza del sumiso suavemente, hasta conseguir que el sumiso apoye más que desafíe, y ponga empeño en centrarse y aceptar la escena.
Por supuesto, algunas personas se calientan mucho más deprisa que otras, yo normalmente en las negociaciones iniciales utilizo la palabra segura del semáforo, y con el verde puede indicarme que desea que continúe.
Mientras comenzamos, me gusta prometerle que la intensidad crecerá gradualmente - algo como “ningún golpe será más duro que el tercero más duro que hayas recibido ya”-, esto le ayuda a relajarse, pero debes cumplir esta promesa, las sorpresas harán que vuelva a tensarse.
Normalmente empiezo con un masaje ordinario. Exploro los músculos de la parte posterior, las nalgas, las piernas…, para saber si hay puntos tensos y tomándome el tiempo necesario para relajarlos y así establecer una expectativa de placer con mi tacto. El masaje es sí mismo es un disparador de endorfinas y no supone ninguna amenaza. Cuando un sumiso es nuevo en esta técnica, esto puede relajarlos, hace que confíen en ti desde el principio, y debes darle la confianza de que habrá una recompensa por explorar contigo esta técnica.
Después de alcanzar la relajación de cualquier punto tenso, presiona con las yemas de los dedos las zonas musculosas del sumiso como si fueras un pianista, con una o ambas manos, durante un buen rato, en la espalda, en la parte inferior de las nalgas y los muslos. Esta clase de sensación es un puente perfecto entre el masaje y el azote, sobre todo con principiantes.
Ahora comienza con la vara, golpeando muy muy ligeramente sobre las áreas que acabas de calentar con el movimiento de percusión. No golpees ningún área de hueso, al menos durante un rato, luego utiliza el extremo de la vara para alcanzar los huesos cercanos al costado, los golpecitos deben ser menos fuertes que los que has dado con las yemas de tus dedos, la idea es no romper la relajación y que la confianza siga intacta. Junto con estos golpecitos intercala algún toque de “redoble”, como si fuera el aterrizaje de multitud de mariposas al mismo tiempo, es un contraste maravilloso junto con golpes más fuertes, y traerá una acumulación de endorfinas.
Intercala golpecitos, golpecitos dobles, redobles rápidos de varias intensidades… Tu meta ahora es doble. Estás intentando enseñar al sumiso que no puede predecir tus movimientos, pero que no importa porque no le harás daño. Es un ejercicio no-verbal de confianza. Hecho con cuidado, puedes conseguir del sumiso una maravillosa aceptación de lo que sucede, y la llave del subspace estará en tu mano.
Otra llave al subspace es la respiración, la respiración profunda controla el pánico, y esto es vital .El pánico es realmente la porción desagradable de dolor; el pánico aleja la posibilidad de sensaciones fuertes, todas las cosas maravillosas que se pueden hacer con sensaciones fuertes…
Si tu sumiso ha practicado yoga, meditación, o algo similar, recuérdale esa respiración profunda, lenta, si nunca ha entrenado su respiración, entrénalo, si su respiración es corta y entrecortada, detente y ayúdale a respirar profundamente, a menos que se esté corriendo, en ese caso no debes interrumpirle, sino animarle.
Si tu otra mano continúa acariciando y masajeando constantemente, no sólo te servirá para relajar y confortar a tu sumiso sino que podrás notar las contracciones nerviosas, las tensiones, la relajación, especialmente con los sumiso que no se expresan demasiado, es la mejor información que puedes tener.
Si vocalizan observa si existe un tono agudo en su voz, si la tensión se va incrementando, algo no está funcionando, y probablemente el subspace no sea agradable, los músculos bajo tu otra mano deben estar cada vez más relajados, mientras procedes al caning, si no es así, también es una muestra de que no estás teniendo éxito, esto es evidente incluso en un sumiso silencioso.
Para ir incrementando la intensidad, un truco útil es después de un golpe fuerte, una lluvia ligera y rápida de redoble justo en el mismo área, esto distraerá al sumiso, y lo llevará otra vez al subspace, sin embargo el golpe más duró habrá llevado la sesión a un nivel más alto

TÉCNICA ADICIONAL DE CANING
Si tu entusiasmo ha abierto el camino hacia movimientos más fuertes, actúa con cuidado, las varas pueden parecer rígidas, pero un movimiento fuerte pueden doblarlas incluso 90 grados o más, el peligro es que los movimientos del Dominante, la dinámica de su cuerpo , el ímpetu del brazo crece exponencialmente con la velocidad, así que el cuerpo entero se inclina hacia adelante mientras se entrega a un golpe cada vez más fuerte, el siguiente movimiento se produce desde una distancia mayor que el anterior; es física, no puedes evitarlo, por eso debes entrenarte para compensar esto.
Puedes echar atrás un poco los pies o usar la parte posterior del codo o del hombro como parte de la oscilación, o apunta siempre de modo que el extremo de la vara aterrice en el centro de la nalga más lejana, nunca más allá, si deseas golpes más fuertes, debes practicar, aprende dónde aterrizará el golpe, y así aprenderás a corregir la puntería, se puede utilizar un amortiguador para practicar, quizás con algún tipo de terciopelo resistente. Cuando intentes probar con golpes fuertes con tu pareja, pon este tipo de amortiguador, y así los golpes serán inofensivos, y practica dando los golpes en las nalgas debajo de la columna y en la parte superior de los muslos.

CANING Y OTROS PLACERES
Conexiones sexuales:
Quizás un 25% de mujeres, y muy pocos hombres, pueden conseguir realmente orgasmos con esta técnica, otros no podrán culminar el orgasmo, pero pueden llegar a un punto muy alto. Las ondas expansivas hechas por una vara son direccionales -tienden a continuar en la dirección en que se golpeó- de hecho si colocas una mano debajo del muslo de tu pareja notarás el choque del movimiento de la vara pasar directamente a través de ellos. El “golpe dulce” en el pubis o a ambos lados del sexo, es dulce por esta razón, los golpes envían ondas a través del entramado de músculos, nervios y tejidos finos, que están directamente implicados en el entusiasmo sexual. Muchos sumisos gozarán de un ritmo constante de pequeños golpes, especialmente si las ondas se expanden hacia arriba y en la parte delantera, algunas sumisas lo han calificado como un efecto vibrador.
Una buena muestra de esto es que un sumiso echado boca abajo comienza a levantar y bajar sus caderas con un ritmo constante que quizás quieras seguir, o utiliza la otra mano para dar masajes en la pelvis y a los lados de la espina dorsal.

Si amas el juego serio de D/s encontrarás varios roles para aplicar el caning y quizás pasar a otros, teniendo preparado al sumiso para asumirlos, en todo caso el caning puede conducir al sumiso a un estado sumiso muy profundo.


Autor: CrisomLord
Un rincón del Paraíso.

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