Quieta

Quieta, eternamente quieta
permanezco en el círculo ciego de Tus brazos,
muda ante la luz de Tu memoria.
Por Ti, sin tregua,
detenida en la piedra blanca y lisa de tu pecho
que todo llena de amor y todo puebla.
O, si quieres,
me vuelvo el más duro mineral,
la flor más tierna.
Y si Tú me lo pides,
si Tú me insinúas siquiera con tus ojos,
me arranco la lengua ahora mismo,
Olvido la palabra
y te la entrego,
para que te la comas
y me la devuelvas hecha dentelladas
latigazos de amor.
Quieta,
Si quieres,
Muda y ciega….
Viviendo, eso si, aunque te pese,
En la sangre que corre por tus venas.


Carmen S

*vida, amiga mia, gracias por querer estar aqui, en mi rincón. Después de leer este poema, te aseguro que seré la primera en comprar tu libro cuando lo publiques ;) Que te quiero cariño.

2 comentarios:

maria dijo...

Solo quien vive en libertad puede encadenarse a la mas bella de las pasiones, tu libertad entregada, tu libertad regalada ha embellecido de tal forma tu rostro que resplandeces para todos nosotros.
Sigue siendo mágica e iluminando la vida.
te quiero
vida

kaya dijo...

... uff!... gracias mi nena, muchas gracias de corazón. Lo que me dices es precioso.
Yo... sabes que también te quiero ;)
Un besito.