Con más de una...

En buena medida, por razones sociales y educacionales los hombres somos más dados a presumir acerca de nuestras fantasías sexuales. Lo hemos ido haciendo desde que nos masturbábamos con acierto las primeras veces, cuando junto con amiguitos y compañeros de escuela veíamos las primeras películas pornográficas, cuando conseguíamos nuestro premio social por ‘llegar más lejos’ en los ligues, cuando fuimos de los primeros en perder la virginidad...

Algo muy habitual entre los hombres, algo que nos excita, es ver y estar con dos mujeres teniendo sexo; y si entre ellas tienen sexo, lo consideraremos como una experiencia inigualable y una fantasía cumplida. Que podamos escoger entre varias mujeres, mezclar dos tipos opuestos de mujer que nos atrae, forma parte de nuestras aspiraciones comunes de realización sexual.

Las mujeres nos resultan sexualmente más atractivas que los hombres, el cuerpo femenino resulta más estético y fantaseamos hasta despiertos con una mujer de cuerpo esbelto y suave en la cama. Hay mucha excitación cuando vemos dos mujeres besándose, acariciándose... hay un trasfondo voyeurista observando esos intercambios íntimos entre dos mujeres, nos gusta ver todo el proceso de caricias, intercambios, gemidos… hasta que una mujer llega al orgasmo.

Añadamos a esto una dosis de dominación erótica en la escena sexual, muy influenciada por la literatura y pornografía comercial predominante. Añade a la fantasía mujeres que aparecen subyugadas y humilladas, usadas sexualmente en la forma y capricho del hombre que posee a las mujeres. Así son muchas de nuestras fantasías masculinas más atrevidas.

En el caso de bastantes hombres hay también mucho de morbo lésbico y mucha egolatría con este tipo de fantasías. Sucede cuando piensan que no son suficientes dos mujeres teniendo sexo, que esas mujeres no están disfrutando como disfrutarían estando y follando con él. También aquí la pornografía contribuye a fortalecer esta fantasía, imaginándose a las mujeres poseídas por el sexo, empujadas por un impulso irresistible a arrojarse sobre su polla.

Luego están esos que llevan al extremo su atrevimiento y piensan que las mujeres son depravadas, perversas, putas, insaciables, siempre dispuestas, vulnerables para cualquier hombre, cachondas, ninfómanas y ardientes. Y claro, tanta lindeza requiere del arte de la dominación y aparente supremacía masculina sobre el sexo femenino, y aquí los hombres son los maestros, los amos, los señores del sexo, mientras que las mujeres son las esclavas que sólo merecen ser castigadas, dominadas, humilladas verbal y físicamente.

En contraposición a todo lo anterior, circula por la Red un Estudio cuyos resultados ponen de manifiesto que a las mujeres lo que les excita es – y lo escribo en orden de más habitual a menos - ver a un hombre masturbándose, interactuando sexualmente con una mujer, también el sexo en grupo moderado (referido a dos hombres y una mujer), sexo en grupo explícito (o sea, tres hombres y tres mujeres), sadomasoquismo moderado y sadomasoquismo duro, y las relaciones homosexuales masculinas.

O sea, que la megafantasía masculina no aparece en el escenario femenino por ninguna parte. ¡! Pues muy triste la verdad ¡!. Al final resulta que con tanta fantasía masculina lo que ganamos es una gran miopía sexual.

En nuestro mundo BDSM es habitual que, especialmente al comienzo de un vínculo con una sumisa, muchos dominantes le expresen su interés en tener un encuentro sexual con otra sumisa y montar su trío particular. Esto es más frecuente entre los dominantes inexpertos que recién se inician. Se muestran a sí mismos como unos golosos delante de un escaparate de dulces… y su egolatría los delata.

Algo que me resulta particularmente escabroso y sin sentido es cuando un dominante encarga a su sumisa que busque una segunda. Las experiencias que he conocido no han estado precisamente cargadas de buenos propósitos, al contrario, se ha ocultado la pretensión del dominante de sustituir a la que ya tiene. La tarea de dominar, la química de la Dominación / sumisión se genera entre los dos roles, un logro en el que no interviene para nada la primera sumisa ni las loas que se puedan clamar sobre el idolatrado dominante.

Desde que estoy en red y soy conocido por mantener un vínculo estable, he recibido decenas de propuestas de un encuentro entre "un dominante, su sumisa y mi esclava", y has leído bien, yo no aparezco en la escena por ninguna parte. Decenas de propuestas de toda índole y variantes, unas más estimulantes que otras. Me he negado y he considerado una absoluta falta de respeto aquellas propuestas realizadas a mi esclava directamente por la sumisa participante, es decir, aquellas donde el dominante ni es conocido ni ha dado la cara y no ha hablado directamente conmigo; y la misma consideración he tenido de aquellas propuestas que directamente me excluyen de la sesión. Afortunadamente también hay experiencias positivas y satisfactorias que mrecen ser contadas en otra ocasión.

Así que visto lo que sé, lo que opino y a fuerza de malas experiencias he aprendido a hacer preguntas: ¿Para qué quiere el dominante una sesión de su sumisa con otra?, ¿cuáles son las inquietudes?, ¿forma parte de su fantasía dominante?, ¿es una fascinación voyeurista del dominante?, ¿es una forma de estimular la sensualidad y erotismo de su sumisa?, ¿tiene algún propósito de aprendizaje?, ¿es para que disfrute la sumisa, el dominante, ambos o todos?, ¿cómo se organiza y recrea?, ¿es una forma de favorecer el lesbianismo o la bisexualidad?, ¿o es que es la sumisa heterosexual la que siente atracción por otra?, ¿es también una fantasía de la sumisa? y ¿qué gano yo, como dominante y propietario de mi esclava, con todo esto? Muchas de estas preguntas, cuando las hago, se quedan sin responder. Entonces es cuando a tiempo, me doy cuenta, que no hay nada ni estimulante ni de BDSM en esas propuestas.

Salud,
Gabrel

Autor: Gabrel
Extraido de Trazos D/s
(un blog, para mi, mas que recomendable)

2 comentarios:

Esclavo de YOUR OBSSESION dijo...

No hay mayor placer que ser un buen Cornudo consiente.

Siempre paso por tu casa, si bien no dejo mensajes, no dejo de leerte.

Besos Maja

Hernan{YOB}

kaya dijo...

Ay!.... eres tremendo, cariño!!! :)

Una vez mas me sacas una sonrisa con tu mensaje. Siempre me hace mucha ilusión cuando veo que me has escrito algo. Ya ves, hay personas mucho mas cercanas que tu que ni se molestan en poner nada.

En fin, sin mas... hoy tengo uno de esos dias en que cogeria un avión y me iria muy lejos sin despedirme de nadie y sin mirar hacia atrás ;)
Gracias mi cielo por molestarte en escribir.
Sé que siempre me lees (al igual que yo siempre te leo a ti) y te lo agradezco, amigo mio.
Un besito y gracias por estar :))