Emociones

Sin sueños, sin pasión, el hombre es sólo una fuerza latente que espera una posibilidad.
(Henri Frédéric Amiel)

El perfecto Dominante siempre te mantendrá a salvo de cualquier daño físico y emocional. A salvo de cualquier clase de molestia, del frío y del calor, te cuidará si estás enfermo, y hará tu vida más fácil. Todas tus necesidades serán cubiertas por él, incluso antes de que sepas que las tienes.
Esto es lo ideal, teóricamente lo es; sin embargo, el Dominante es una persona y como cualquiera, cometerá errores, y entonces nos sentimos trastornados e incluso desilusionados. ¿Qué podemos hacer cuando parece que han caído de ese pedestal en el que los teníamos colocados? ¿Cómo puedo expresar lo que siente? ¿Qué hacer? La respuesta es tan sencilla como comprender las emociones humanas.
Cada emoción tiene una manera diferente de expresarse. El Amor es una de las emociones más fáciles de expresar a nuestro Dominante. Todos parecemos saber cómo hacer eso instintivamente. Es fácil para nosotros aprender qué cosas le gustan y qué cosas no le gustan, y aprendemos a proporcionarle aquello que le causa mayor placer. Al hacer esto, aprendemos también a expresarnos y a advertir cuándo tal emoción es apropiada y cuando no lo es. Aunque su deseo es nuestro mayor deseo, siempre esperamoss algo de nuestro Dominante. Cuándo nuestras necesidades no están cubiertas, nos sentimos heridos o enfadados.
¿Estás enfadado con tu Dominante ? debes decírselo, de forma tranquila y manteniendo el respeto adecuado. Una de las primeras cosas que se deben haber establecido al comienzo de la relación es la manera de comunicarse como "iguales", sin temor al castigo. Algunos Amos llaman a esto "intermedio". Una vez que hayamos preguntado si podemos hablar libremente y la respuesta ha sido positiva, podemos expresar cualquier cosa que sintamos. Eso no significa que podamos estallar y decir lo que queramos, debemos seguir manteniendo el respeto. Hablando, podemos decidir qué es lo verdaderamente importante y que es lo que decimos llevados por la cólera. Si es posible, deberemos considerar estos aspectos antes de empezar esa conversación. Hablar cuando estemos calmados, nos evitará decir cosas de las que luego podamos arrepentirnos. Las palabras dichas con ira a veces no pueden perdonarse. Es también importante que el Dominante le preste toda su atención. Si necesito hablar, es suficiente con decírselo a Mi AMO para merecer su completa atención. Si no lo hace, mi cólera aumentará y esta es una de las causas que hacen surgir problemas más graves en el futuro.
Si el sumiso considera algo lo suficientemente importante como para hablarlo con el Dominante, éste debe escuchar lo que el sumiso o esclavo tiene que decir. No le ordenes callar ni aminores sus sentimientos por triviales que puedan parecerte, si algo ha trastornado al sumiso y el Dominante le escucha, el Dominante ganará más respeto y será menos probable que se repita la acción que produjo el conflicto.
Quizá no sienta cólera, quizá sienta temor, por algo específico que su Dominante quiere hacer en la próxima sesión. La escena que le propone, no es un límite, pero quizás la idea le aterroriza. Informa a tu Dominante de lo que sientes. Con el tiempo, y lentamente, el temor desaparecerá normalmente.
Soy muy claustrofóbica, al principio de mi esclavitud total, estaba aterrorizada, atemorizada. Aún en mis sueños, si siento las piernas atrapadas por algo, me despierto golpeando y pateando para conseguir liberarlas. Hablé con Mi AMO acerca de estos temores y decidimos tomarnos las cosas con calma. Cuando este asunto surge ahora, Mi AMO me habla constantemente y me toca. Como resultado de su cuidado, me siento segura y mis temores desaparecen. Eso no quiere decir, que yo no sienta todavía temor si Mi AMO se va por un segundo. Aún siento miedo, pero sé que él volverá pronto.
Tu Dominante es la persona en la que debes confiar en todo, también para ayudarte en tus miedos y temores. A fin de cuentas, nosotros queremos a nuestro Dominante y no sentimos temor de que él gobierne nuestra vida.
A menos que hables con tu Dominante y le permitas así conocer tus temores, él no sabrá que hacer para aminorarlos. Si te lo callas, tu temor te producirá ansiedad y esta ansiedad se transformará en cólera hacia tu Dominante, que puede ponerte en esa situación que le aterroriza.
En resumen, el ser humano experimenta emociones. Sus emociones son verdaderas y expresan una parte de sí mismo. A menos que compartamos estos sentimientos con nuestro Dominante, sólo nos estaremos entregando en parte. ¿Cómo puedes esperar entonces sentirte cuidado y amado si te has reservado para ti una parte importante de ti mismo?
La comunicación honesta y abierta es la clave de cualquier relación, sea convencional, D/s, o cualquier otro tipo de la relación.

Este artículo fue escrito por Mirian de Almiar

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