Las diferencias entre un esclavo y un sumiso


Muchos se preguntan si verdaderamente existen los esclavos según como lo definen los diccionarios y la historia (esclavitud), pero ellos no existen en los países más modernos. Mucha gente en los países civilizados está generalmente de acuerdo de que la propiedad legal sobre un esclavo es inmoral y obviamente ilegal.

De cualquier modo, en el mundo del BDSM, se encontrarán algunas personas involucradas que se llaman a sí mismas bajo diferentes términos, uno de esos es el de “esclavo”. Claro, a veces aquí surge la pregunta de cuál es la diferencia entre un esclavo y un sumiso.

Esta cuestión a veces nos muestra la hostilidad sin reservas, la incredulidad en la existencia de los esclavos, y la creencia de que las palabras esclavos y sumiso son términos intercambiables dentro del contexto del BDSM. Muchos no estarían de acuerdo con estos pensamientos, y yo soy una de ellos.

He pasado un largo tiempo hablando con esclavos bajo términos honestos para entender mejor sus elecciones de vida y he juzgado por mí misma sí existen o no existen los esclavos dentro del BDSM. Y yo digo que sí. Quizá no sean el grupo más grande, pero si hay varios.

¿Los esclavos se diferencian de los sumisos? De nuevo, mi respuesta es que sí. Los esclavos tienden a diferenciarse de los sumisos por su forma de pensar, de actuar, de obedecer y por sus expectativas.

Un esclavo tiende a pensar más a lo largo de las líneas blanco y negro. Tienen un pequeño campo de acción de sombras grises en las decisiones de sus vidas Por esto, yo pienso que si un esclavo se siente mal porque no puedo cumplir con sus tareas diarias, esperará a que el dominante reaccione con el castigo usual.
Un sumiso, tal vez se incline más por esperar un poquito de indulgencia del dominante.

Un esclavo piensa más en términos de ser propiedad de, no en términos de sumisión. Para ellos, empezar una relación de collar significa “ser propiedad”, y a veces esto se traslada en una declaración de que ellos no tienen “derechos”, “decisiones” u “opciones” para hablar sobre si la relación va mal o terminar con ella. Claro, esto no significa que un esclavo aceptará una relación abusiva, aunque sus límites de tolerancia sobre lo que es abusivo y lo que no es se notarán más en los sumisos. Esto significa que hay un fuerte compromiso a nivel mental y emocional del dominante. Aquí hay un nivel de aceptación en la conducta del dominante que puede ser más intensa y más amplia de lo que muchos sumisos permitirían.
Por ejemplo, un dominante quiere agregar un tercero en la relación. Un sumiso tal vez demandaría con cierto criterio, conocer a esa persona antes de permitirlo (sí, permitirlo), mientras que un esclavo podría decir “No es lo mejor para mí, pero si es lo que mi amo quiere, así será” y tranquilamente aceptará este nuevo cambio.

Para algunos esta clase de proceso de pensamiento es considerado erróneo o como alguna clase de abuso, pero no es necesariamente cierto. Un esclavo se desarrolla en el hecho del absoluto, que ellos literalmente no tienen control sobre la relación. Este proceso de pensamiento se enfoca solamente en qué haría el esclavo para que su Amo/Ama sean más feliz y cómo puede ser el más indicado para ellos.
Los sumisos tienden a pensar por ellos mismos y en sus placeres junto con los de sus dominantes. Los esclavos trabajan muy duro para ponerse en segundo lugar en todo y sus dueños en primer lugar. Para ellos, así es como se comienza a ser esclavo y a someterse completamente. Los esclavos se esfuerzan mucho para lograr la paz interna en su posición. Con esta paz viene la aceptación de sí mismos, y un tranquilo sentimiento de satisfacción. Ellos ven el orgullo, la arrogancia y algunas otras emociones, como negativas y no apropiadas para un esclavo. La conducta de un esclavo es diferente a la de un sumiso.

Si ustedes escuchan hablar a un esclavo sobre su comportamiento (o lo observan), a veces ellos hablan de empezar a aceptarse tranquilamente, en controlarse a sí mismos todo el tiempo, y algunas cosas así. Se ve que están más enfocados en cómo deben comportarse los esclavos y lo que deben dar. En muchas relaciones, el esclavo es requerido para usar un nombre particular todo el tiempo y no concebirá que el Amo/Ama lo llame de otra manera. Muchos esclavos encuentran que los gritos, las rabietas, los arranques, y cualquier otro comportamiento de parte de ellos, ameritarán que sea reprendido y castigado. Los esclavos ponen mucho énfasis en sus conductas y en cómo reaccionar con sus dominantes. Adquieren por sí mismos un alto nivel de auto-control. Se exigen a sí mismos tener un comportamiento lo más apacible posible. Ellos no tienen ni la menor oportunidad de una conducta grosera ni traviesa, de ninguna forma de dominar desde abajo, ni de manipular al dominante. Ellos ven todo esto como los quejidos, los engatusamientos, o las demandas, después de la primera negación, como un comportamiento manipulador que se enfoca en las necesidades y deseos del esclavo más no en las del dominante, y esto les parece impropio. Ellos ven mal cualquier conducta que es percibida como un diseño de fuerza del dominante para conocer la necesidad del esclavo, más que si el esclavo se enfoca en las necesidades del dominante. Un esclavo se esforzará a la perfección en completar todas las tareas que le ordene el Amo/Ama, mientras tanto mantendrá un ojo puesto en las cosas de las cuales no se habla específicamente, pero pensando en cómo complacería a sus dueños si las hicieran.

Se requiere que un esclavo sea autosuficiente y capaz porque a veces sienten que un esclavo no debería necesitar ser un micro-manejador de sus dominantes porque no es su función, a menos que al dominante le guste. Un esclavo se portaría con el mayor de los respetos en una situación formal, y con un poco de menos respeto en cualquier otra situación (por ejemplo, durante un tiempo tranquilo en casa que no requiere un protocolo estricto como una fiesta). Ningún énfasis en los comportamientos significa que un esclavo no puede bromear o ser divertido. Muchos esclavos innecesariamente hacen eso. Ellos lo hacen de cualquier modo, con una gran atención en la reacción de sus dominantes y siendo cuidadosos de no ser mordaces o sarcásticos, mucho menos confianzudos. A menos que al dominante no le guste esta clase de comportamiento “juguetón”, entonces el esclavo hará mejor en reducirlo (lo cual puede ser un poco difícil, y en mi opinión nada sano, para alguien que tiene un buen sentido del humor y es parte inherente de su personalidad).
Así que, por favor, no tomen este artículo para decirles a sus esclavos que no sean juguetones o que no tengan sentido del humor porque no lo hago con ese fin. Los esclavos tienen la misma forma de ser que cualquiera, y disfrutan igual que todos. Los esclavos sólo tienden a ser más conscientes de los límites de los dominantes en algunas actividades que los sumisos. Ellos también no usan su sentido del humor (si lo tienen) para ser traviesos con un dominante mientras juegan con ellos, a menos que al dominante le guste este tipo de role play. Básicamente ellos adaptan sus comportamientos a las preferencias de los dominantes y a lo que más les gusta. Las expectativas de un esclavo hacia el dominante y la relación son a veces muy diferentes de las que tienen los sumisos. Un esclavo no espera tener deseos propios más allá de las necesidades básicas para vivir. Cuando sus dominantes hacen algo más allá por ellos, lo ven como un premio, no como una necesidad satisfecha. Los esclavos tienden a ver las cosas que muchos sumisos esperan de una relación como un lujo no como una necesidad. Esto no significa que un esclavo acepte ser abusado o tratado como basura por extensos periodos de tiempo, sólo significa que ellos no esperan toda la parafernalia que otros esperan de sus relaciones (como mimos, hablar cada vez que se le dé la gana al esclavo, dormir en una cama, etc.).

Los esclavos esperan que sus relaciones sean difíciles a veces, y que su sumisión no sea sencilla todo el tiempo. Ellos esperan ser cuestionados u obligados a hacer tareas que no necesariamente disfrutan porque el punto exacto no es su placer, sino el de sus dominantes. Los esclavos esperan ser empujados a poner al corriente sus límites y a tenerlos abiertos. Esperan conocer las necesidades de sus dominantes todo el tiempo y a no tener la aceptación de sus dominantes a través de la manipulación o la desobediencia. Esperan usar el total de sus posibilidades y aún entrenados (o enseñados en las escuelas) para ampliar sus habilidades para conocer los deseos de sus dominantes. No esperan ser consultados en cada decisión, que se les pregunte su opinión todo el tiempo, o cosas así. Esto no significa que esperan ser ignorados o tratados corno si no importaran, sólo esperan esto como una parte normal de su relación, después de todo, muchas de sus opiniones que sólo son pensadas no dichas, sentimientos y todo eso, son demandados por sus dominantes y el dominante a veces las tornaría en consideración para tornar decisiones.

El comportamiento de un esclavo es diferente al de un sumiso. Los esclavos no establecen límites en las actividades de sus dominantes. Un sumiso a veces tendría límites duros que un dominante no puede cruzar del todo, y límites suaves que podrían ampliarse con una previa negociación. Un esclavo no tiene ni uno ni otro. Ellos no le dirían al dominante que no pueden jugar de ese modo o del otro, ni usar un implemento específico. Ellos podrían decirle a los dominantes que no les gustan ciertos tipos de juegos y de implementos al principio de una relación ( preferiblemente antes de portar el collar ) pero no pueden negarle al Amo que los use o no los use.
Esperan que se les pida hacer cosas que particularmente no podrían gustarles y lo consideran como una parte de su sumisión porque para ellos, la sumisión no es a gusto del esclavo, sino a gusto del dominante. Muchos esclavos dirían que es imperativo que el esclavo escoja ser sometido por un dominante cuyos gustos y disgustos son un juego cercano a sus propiedades y así los esclavos no estarían cuestionando las órdenes o algo con lo que no estén de acuerdo. Pero aún entonces, el esclavo esperará que estos límites pueden cambiar con el tiempo y deberá aceptar que esto ocurra. Un esclavo no cree que ellos pueden abandonar la relación. Algunos creen que una vez puesto el collar, es de por vida y que no preguntarán liberarse aunque ellos sientan que sus vidas están en peligro o que empiezan a sufrir mental y físicamente. De cualquier modo, muchas relaciones con esclavos tienen parámetros asentados para que el esclavo se libere si realmente lo desea. Algunos esclavos creen que un esclavo no puede ser abusado cuando el dominante no tiene límites o bajo lo que ellos pueden hacerle a sus esclavos, y si el dominante decide actuar de un modo abusivo entonces esa en su decisión. Esto no refleja, por supuesto, lo que la mayoría cree pero existe.

Muchas de estas diferencias se superponen y se aplican también para los sumisos. De cualquier modo, como un total donde existen más esclavos que los que contacté, puedo decir que un esclavo no es mejor que un sumiso en mi opinión, son meramente diferentes. Algunas de estas características pueden existir en un sumiso, o aún todas. El factor que los separa es las dos visiones de ser en el área de los límites dentro de la sumisión. Un esclavo no establece ninguno, un sumiso sí lo hace. La palabra que usualmente los describe a sí mismos recuerda el factor de decisión personal, y mi intención con este artículo no es nada más mostrar eso.

En cambio, intento ayudar a que otros entiendan a los esclavos un poco mejor y que no los vean como descerebrados robots o como tapetes, porque estos dos términos no describen a la gran mayoría de los esclavos que llevan este estilo de vida. De todos modos, ser un esclavo es un saludable estilo de vida, una decisión que es una cuestión personal de preferencia. Yo creo que puede ser una decisión saludable, otros no están de acuerdo. Como en cualquier relación donde el balance del poder depende de la otra persona, el abuso puede ocurrir. Y yo no veo que esto sea exclusivo de los esclavos más que de los sumisos, o en todo el BDSM.



Author: Raven Shadowborne © 1997

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