A cierta edad...

Dicen algunos que, a cierta edad, después de los cuarenta, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable.
Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.
Ahora se que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.
Hoy me reconozco mujer, capaz de amar.
Se que puedo dar sin pedir, pero también se que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.
Por fin encontré, hasta ahora, al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.
Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, y de equivocarme, de no responder a las expectativas de los demás y hasta hacer algunas cosas indebidas. Y a pesar de ello, sentirme bien.
Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y me quieren por lo que soy, si… así un poco loca, mandona y muchas veces terca. También cariñosa, habladora, besadora, abrasadora y a veces por algún motivo, triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y me da por llorar.
Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado... sonrío a la que soy hoy,...me alegro del camino andado, y asumo mis errores.
¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!
¡Que bien! Ya aprendí a tener paciencia.
El ser humano tarda mucho en madurar… ¿verdad?
Hoy sé, por ejemplo, que no puedo retener el mar, aunque cuando estoy “con él”, quisiera nunca tener que dejarlo. Hoy sólo lo contemplo, me lleno “de él”. Y cuando llega el momento de partir, me despido diciéndole ¡Hasta pronto!
También hoy sé que mis amigos y amigas son peregrinos del mismo camino, y que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.
Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad, solo yo!!
Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que solo depende de mí sentirlo.
Hoy sé que la vida es bella… porque la he visto partir ya muchas veces.
Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus amores y desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puestas de sol, con su ruido incesante.
Sólo quiero dejarla correr. No quiero pedirle nada. Sólo quiero tener lo que yo me busque, sólo quiero lo que yo merezca.
Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisible.


*Desconozco el autor, ha sido un bonito regalo que me han hecho hoy :))

2 comentarios:

Esclavo de YOUR OBSSESION dijo...

Qué bueno que esta lo que te han escrito, que sabiduría, cuanta realidad, es tan rica en sus conceptos que asexuandolo toma de lleno a cualquier ser humano.

Ahora esto que ha sido un regalo, nos pone recelosos a todos, jajajaja.

Aunque todo no tiene desperdicio, me quedo con estas frases :

.- Hoy me reconozco mujer, capaz de amar.

.- Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad, solo yo!!

.- Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisible.

Besos Mujer NO Invisible

Hernan{YOB}

kaya dijo...

Gracias mi querido Hernan{YOB} :))
Quien me lo regaló me conoce bien y, aunque supongo que no soy la única, si... al leerlo me he reconocido.
No te celes... jjj, está aqui como un regalo compartido con tod@s l@s que leeis este blog asi que... también es para ti ;)
Me gustan muchas frases, en especial las que apuntas pero déjame que añada otra mas:
.- Se que puedo dar sin pedir, pero también se que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.
Y permíteme añadir una propia:
.- Cuando lo doy, lo doy todo. Y cuando lo quito, lo quito todo.
Eso si, para "quitar todo" antes "peleo" por no hacerlo, por buscar soluciones. Pero llegado el momento, no me tiembla el pulso ;)
Soy asi cariño, sin dobleces. Lo que ves... es lo que hay.
Un besote muy, muy grandote cariñete y gracias por dejarme siempre una "señal" de que me lees. Es un gran aliciente para seguir con mi blog.
Gracias :))
kaya