Piercings

Son perforaciones en la piel para los que se requiere una mano firme y experta que lo haga y un sujeto pasivo que además de aguantar el dolor se cure religiosamente tres veces al día la herida.
Los precios en las zonas erógenas, que es lo que nos interesa aquí y ahora oscilan entre los 22 euros de los pezones (cada uno) y los 55 euros de cualquier lugar del pubis o del aparato masculino; al menos mi piercier trabaja con esos precios. Se requiere ser mayor de edad y firmar una formalidad por la que eximes a la empresa de cualquier responsabilidad sobre posibles daños que te pueda ocasionar la perforación (todos firmamos porque se nos obliga, pero eso está muy mal, luego os cuento por qué).
Dependiendo de la zona que se elija se debe realizar la cura dos (pezones) o tres veces al día (cualquier pendiente en zona púbica). Esta cura consiste en limpiar la zona con suero y jabón neutro, enjuagarla muy bien y secarla correctamente. Si surge algún problema se suele recomendar el uso de cremas antibióticas como Liade o Blastoestimulina, aunque esta última es muy abrasiva y puede quemar la piel; recomiendo sin ninguna duda la primera.
En principio cualquier persona puede perforarse, pero no es seguro que tu cuerpo vaya a aceptar el pendiente. No se cual es la probabilidad de que un cuerpo rechace el metal, pero se que esa probabilidad existe por que mis cartílagos han decidido no aceptar ningún cuerpo extraño. Lo he intentado tres veces y he desistido, tras una dura guerra con pomadas, curas y noches incómodas he decidido pasar; además de las adversidades, tengo miedo de que en uno de esos intentos el quiste formado no desaparezca y me quede con la oreja deformada.
Los peligros que conlleva hacerse un piercing, son básicamente los mismos de cualquier herida profunda: insensibilidad de la zona, que no es poco, y más hablando zonas más sensibles. Por ello se recomienda que ante cualquier infección grave o cualquier síntoma de insensibilidad de la zona, el pendiente sea retirado de inmediato, con las curas necesarias la zona puede recobrar la normalidad.
¿Estéticamente? No a todo el mundo le sientan bien, como no ha todo el mundo le sienta bien el pelo rojo. Hay pechos que se estropearían con piercings y hay otros que sin ellos no serían lo mismo. Algunos coños son muy apetecibles con su arito y otros dan auténtico asco. Y qué decir de los adornos en las pollas, aún no he visto ninguna que le siente bien.
¿Son útiles? Si la zona ha cicatrizado bien, no solo habrá conservado toda su sensibilidad, sino que además tendrá más. Cualquier caricia, cualquier brisa, cualquier beso se verá intensificado. ¿Correrías el riesgo?
¿Te pondrías uno?


Piercings y BDSM
En el ámbito del BDSM es común pensar que una mujer es sumisa si está anillada. Suele decirse de alguien que está anillado cuando alguien ha ordenado que se haga piercings en pezones o genitales; incluso, si llevamos la fantasía a terrenos orientales, estará anillada cualquier persona que se haya sometido a perforaciones con un fin concreto, que suele ser el enganche de cadenas o adornos corporales.
Aquí debería quedar clara la diferencia entre la persona que se hace los piercings porque le gusta, los paga, los sufre, se los cuida y los disfruta; y la que se lo hace como reconocimiento de su sumisión ante un Amo.

La distinción no siempre es fácil, pues al contrario de lo que pueda parecer a priori, en ambos casos media el consentimiento y no es fácil valorarlo desde fuera. Sin embargo la persona que se lo hace sabe perfectamente el motivo de sus pendientes; por ejemplo, le ordeno a mi pareja que se haga un piercing en el escroto para poder colgar pesos y el acepta. Es lógico pensar que se lo hace obedeciendo mi mandato, pero no tiene porque ser así; él puede perfectamente haber aceptado la propuesta porque le gusta y nada tiene que ver con la sumisión que pido de él, como sabe que lo que yo quiero es que se lo haga por mi y no por él, no me dirá su verdadero motivo, él estará contento y yo más. Aquí paz y después gloria. Eso sí, como no soporto las mentiras se lo arrancaré si me entero de su verdadero motivo, pero ese es un tema aparte.

Es obvio que si es difícil saber el significado que una pareja le da a sus anillos, incluso entre la pareja misma; se torna más difícil aún adivinar los motivos que han llevado a un desconocido a hacerlo. No culpo a las personas que dejándose llevar por la historia asumen que en un entorno BDSM el anillado es el sumiso y el no anillado es el dominante; pero como es lógico, las excepciones son abundantes y esa teoría se cae por su propio peso.
No obstante y aunque no se lleve mucho el tema de anillar, aún hay a quien le llama la atención y que se está pensando qué hacerse o qué hacerle a su sumiso. Es recomendable que, antes de hacerse un agujero, la persona o personas involucradas en ellos recapaciten y piensen los pros y los contras de la idea. No es oro todo lo que reluce.

Empecemos con los pezones. Para cualquier persona, salvo aquellos a los que les de asco o grima, un piercing en un pezón es algo divertido, morboso y desde un punto de vista sadomaso, bastante útil. Se puede jugar con él con la lengua, se puede tirar, retorcer, atar, morder, pero ojo no se puede pinzar.
En realidad si se puede, pero se ha de tener en cuenta que mientras que antes la pinza aplastaba carne, ahora esta pillando carne contra metal y el dolor es insoportable. Es lógico, el pezón el flexible y sin inquilino se puede aplastar y tomar la forma que más le convenga para sentir menos dolor; con inquilino esto no es así, las pinzas aplastarán la carne de cada lado hacia el interior, donde una barra de metal y, por tanto, no flexible, hará de tope. El resultado es un dolor insufrible y nada erótico; pero claro, esto puede variar según las personas.
Como experimento, si tienes pendientes en las orejas, prueba a pellizcar con los dedos la parte del lóbulo sin agujero y, posteriormente, haz lo mismo pero en la zona del pendiente.

Por cierto, para los avispados que ya han pensado que eso tiene fácil solución quitando el aro o la barra para poder pinzarlos, les advierto. Los pezones, como otras muchas partes del cuerpo, cicatrizan muy bien gracias a una pielecilla blanca que recubre la “herida” por cierto, esta pielecilla forma un cilindro quistáceo diminuto, invisible a los ojos, pero perceptible al tacto. Esto evita que el agujero se cierre con facilidad (cosa que no pasa por ejemplo en la lengua), pero provoca dolor si se presiona sobre él. Como antes te invitaría a que hagas la prueba pero los lóbulos de las orejas no suelen reaccionar así (aunque yo de pequeña si lo tenía) y si tienes un quiste no te voy a invitar a apretarlo, es peligroso.
Bueno, aclarar que en los pezones ocurre lo mismo en hombres y en mujeres; la única diferencia es que al hacer los piercings en un hombre lo norma es usar una barra de 1,2 y en las mujeres de 1,6; ya que las mujeres solemos tener los pezones más grandes que los hombres.

En cuanto a los genitales debemos hacer una distinción, ya no entre hombres y mujeres sino por el tipo de piel o la cantidad de esta que se coge en cada perforación. Por ejemplo, la piel que recubre el clítoris y que suele ser objeto de perforaciones tan placenteras como arriesgadas, es una piel fina y muy delicada, cicatriza muy bien, pero es fácilmente rasgable; esto es que si tiramos, nos enganchamos o cuelgan pesos, puede desgastarse hasta que se desprende. Y, ¡ojo! Esto no tiene porque pasar por un solo tirón, es decir, puede ocurrir que se desgarre por algo, sangre y se cierre; o que, con el paso del tiempo, el agujero vaya haciéndose más grande hasta que el piercing se desprende, sin sangre, sin dolor, sin remedio. Los labios internos tienen las mismas características y por tanto los mismos riesgos.
Sin embargo en los labios externos o el escroto, la piel es más abundante y más dura, respectivamente. La cicatrización es más larga, pero no es tan fácil de rasgar, esto no quiere decir que no se rasgue; en el escroto se suele coger poca piel, porque queda más estético y si no se toman algunas precauciones el final será el mismo que en los anteriores casos.
Cuando he hablado de la fina piel que recubre el clítoris no he nombrado la piel del glande, es obvio que aunque está también sea fina y sensible, el tipo de piercings que se hacen son de atravesarlo completa o parcialmente, por lo que el metal quedaría suficientemente sujeto.

Para acabar con los genitales, debo añadir que los piercings en el frenillo, están muy de moda pero son peligrosos, en primer lugar rompen los preservativos con una facilidad asombrosa y en segundo lugar esa piel se desgasta rápidamente. A mí personalmente no me gustan, pero si quieres hacértelo ves a un profesional que te explique bien los inconvenientes y, si aun así sigues con la idea de hacértelo, cuídatelo mucho: se infecta con muchísima facilidad.

Creo que no me dejo nada, si hay dudas estaré encantada de aclararlas y si no se la respuesta, me pondré en contacto con mi piercier que sabe mucho.
Ah, por cierto, sobra decirlo; pero, para los amantes de la electricidad: retira cualquier metal del cuerpo antes de torturarlo.

PD: chicas, se me había olvidado una cosa, en los hombres es muy común coger parte de la aureola para la perforación, a veces tienen los pezoncitos tan pequeños que es imposible hacerlo de otro modo; pero vosotras, por Dios, no os dejéis hacer eso, queda fatalmente mal; exigir que lo hagan bien.



*Fotografía cedida por DS_bilbao

4 comentarios:

daphne dijo...

Uffffff si te digo que yo tengo fobia a las agujas y por mi Amo me los hice? dos!! de golpe!!! los pechos... y no porque me lo pidiera, si no porque me dijo que le gustaban y alla que fui como una loca jajajajajjaa

Besitos

kaya dijo...

Jajajaja... como una "loca" entregada. Seguro que tu Amo valoró eso y se sintió mas que halagado por tu detalle ;)
Yo... también tengo fobia a las agujas pero alguna vez se me ha pasado por la cabeza hacerme un piercing o un tatoo pero no he tenido nunca los "bemoles" para hacérmelo aunque, como dice mi Amo, quizás... más adelante :))

Un besito, guapa

Anónimo dijo...

Buah, me ha gustado mucho la entrada... Yo llevo y piercing en el pezon y si que es verdad lo que dices, que o te gustan mucho o no te lo haces, es puro morbo diria yo xD Pero yo cuando me lo hice, no me dijeron me echara ninguna de esas dos pomadas, sino una llamada Tisuderma, que tal es¿?
Por cierto, la foto que encabeza la entrada es una perforacion en hombre o muujer¿?

kaya dijo...

Hola amiga, celebro te haya gustado la entrada y te doy la bienvenida a mi espacio :)
Respecto a tus preguntas, desconozco la pomada que dices y la perforación creo que es en una chica pero tampoco te lo puedo asegurar :(
Espero que sigas visitándome y te siga gustando mi blog ;)
Un beso