Oracion de la Esclava


Ya sea que El me abrace o me azote,
mi Dueño es mi Amo y Señor,
a quien yo siempre amaré, aceptando
todo lo que El quiera hacer conmigo.
Mi Amo tiene la completa libertad
de disponer de mí como El prefiera,
pues soy su propiedad por el resto de mi vida,
habiéndole rendido incondicionalmente
no sólo mi Cuerpo, mi Sexo y mi Deseo,
sino todo mi Ser y hasta mi propia Vida.


Antiguo Documento Anónimo


No hay comentarios: